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  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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Más de 100 centros acogen a los ancianos y enfermos

Más de 100 centros acogen a los ancianos y enfermos


Con 18 años, Koro, un shiba inu, es el inquilino canino más mayor de Tokyo Pet Home, uno de los más de 100 centros para mascotas ancianas que hay en Japón.

El envejecimiento demográfico y la enfermedad favorecieron la aparición de este tipo de hogares, que se han multiplicado por más de diez en el último lustro y en los que se dispensan desde cuidados básicos hasta servicio de enfermería y rehabilitación, explicó Akira Watanabe, el máximo responsable de este centro.

Watanabe, que cumplirá próximamente 50 años, se desempeña también como vicepresidente de la Asociación de Hogares para Perros Ancianos de Japón, fundada en febrero de 2018 con el objetivo de establecer unos estándares en este tipo de instalaciones y darlas a conocer.

Actualmente hay 120 centros inscritos en la asociación, frente a los 10 de los que se tenía constancia en 2013.

Tokyo Pet Home lleva operando cinco años y actualmente tiene diez empleados: Watanabe, su esposa Maiko y otras ocho personas que en la actualidad cuidan de 9 perros y 20 gatos. Siempre hay alguien durante 20 horas al día, de cuatro de la madrugada a medianoche.

La dueña de Koro es una mujer de 81 años que lo crió junto a su marido, fallecido hace 13 años. Cuando comenzó a sufrir demencia y optó por ir a una residencia, escogió una apta para animales. La situación se complicó cuando Koro empezó a experimentar la misma enfermedad.

“Su hija tomó la decisión de separarlos, aunque al principio fuera duro, pero no quiso entregarlo a otra familia por miedo a perder el contacto”, relató Watanabe.

Los dueños pueden ir cuando quieran, lo habitual es una vez al mes, “aunque los recién llegados suelen venir cada día” y reducen la frecuencia cuando se relajan. Después de Koro es el turno de Jelly, un teckel color crema de 16 años al que la edad ha dejado casi ciego. Se deja mimar y cambiar el pañal, mientra a su alrededor revolotea Koa (11) moviendo con torpeza sus patas traseras debido una lesión de cadera. Noguchi lo ayuda con sus ejercicios de rehabilitación mientras emite ladridos quejumbrosos, sabedor de que le espera la comida.

Estos hogares, aunque centrados en el cuidado a animales mayores, también operan como hoteles.

Las tarifas oscilan entre el medio millón de yenes (unos 4.200 dólares) por un año. También hay planes para que se cuide de la mascota hasta su muerte.