Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Los adultos mayores y el desafío del amor

La gente mayor es más libre a la hora de elegir sus relaciones de pareja, pero se necesita aprender a convivir más relajadamente.
Los adultos mayores y el desafío del amor



A veces cuando la gente "mayor" se separa o divorcia se hace a la idea de que quedará soltera por el resto de sus días. ¿Existe el amor después del amor?  Según el terapeuta Stefan Woinoff, la gente mayor tiene una clara ventaja: ya no tiene que pensar si quiere o no tener hijos, en fin, es más libre a la hora de disponer de su tiempo y de elegir qué es lo que le parece más enriquecedor de una relación.

Muchos mayores prefieren vivir solos, pero eso no implica dejar de relacionarse con otros. ¿Busco a alguien con quien poder convivir y envejecer o busco a alguien para poder ir al teatro? ¿Quiero tener relaciones íntimas? Es más, ¿puede que solo esté buscando esa cercanía corporal? Hay demasiados temas que no se tocan cuando se habla del amor entrado en edad.

Las mujeres creen que tienen que ser jóvenes, bellas y perfectas para hacer el amor con sus parejas, pero “tenemos que aprender a convivir más relajadamente con los cambios que aparecen inevitablemente en el cuerpo con los años”.

Para lograr esa transformación,” lo primero es salir y atreverse. Salir adonde haya gente o donde sea, aunque el primer paso sean las redes sociales. Siempre es bueno entrar en contacto con otros, conocer gente nueva”. En cuanto a las relaciones sexuales, Woinoff afirma que los adultos mayores tienen más tiempo, pueden tener relaciones sexuales a la mañana, al mediodía y a la noche. Además, la gente mayor no tiene que demostrarle nada al otro. Tienen sexo como son, más naturalmente. Uno necesita cierto coraje, pero es más sencillo tener sexo con un compañero(a) nuevo(a) que con una pareja de hace tiempo y con la que hace diez años que no se tiene sexo. En un vínculo nuevo uno tiene la posibilidad de redefinirse.

Sexualidad en la menopausia

Dra. Mirtha vera

Ginecóloga PAISE

Caja Nacional de Salud

En el PAISE de la Caja Nacional de Salud Regional Cochabamba, el 50 por ciento de las mujeres que consulta cada día es mayor de 45 años. Este grupo de pacientes plantea muy tímidamente el tema de la sexualidad durante la menopausia.

Un estudio realizado a 8.000 mujeres de 40 a 59 años, en 11 países latinoamericanos incluido Bolivia, realizado por el Dr. Blumel, presidente de la Sociedad de climaterio de Chile, reporta que el 56,8 por ciento de las latinoamericanas de 40 a 59 años tiene disfunciones sexuales. Las mujeres más afectadas están en Quito, con el 98,5 por ciento , le sigue Montevideo con 94,5 por ciento , y nuestro país en las ciudades de Santa Cruz y Cochabamba con 87,9 por ciento . La alteración más referida, es la falta de lubricación en un tercio de las pacientes seguido de dispareunia.

La disfunción sexual según Helen S. Kaplan, son trastornos psicosomáticos que impiden a la mujer realizar el coito o gozar de él. Por tanto, ¿de qué manera la menopausia predispone a una disfunción sexual en la mujer? La menopausia reduce de manera gradual y progresiva la función ovárica en la producción de hormonas, especialmente de estrógeno y la testosterona.

La deficiencia de estrógeno produce sofocos, sudoración, cambios de carácter, sequedad de vagina y vulva; lo que hace perder elasticidad, disminución de la humedad y lubricación. A su vez, la reducción de testosterona produce pérdida del deseo sexual, disminución de la sensibilidad al estímulo sexual (pezones y clítoris), pérdida de vello y depresión.

A pesar de estos cambios, que provocan disfunción sexual, existen hábitos y consejos que ayudan a afrontar de mejor manera la sexualidad en la menopausia y tener una vida sexual activa y sana.

La nutrición es vital, consumir los alimentos ricos en vitamina B, jengibre, clavo de olor, una copa de vino diario y chocolate negro. La mujer no debe tener complejos, miedos o inseguridad ya que influye negativamente en la relación sexual.

Ejercitar la vagina con los ejercicios de Kegel, para mejorar la musculatura de esta zona.

La utilización de lubricantes, que tienen la finalidad de hidratar y suavizar la vagina.

A pesar de que estos consejos logren disminuir el número de mujeres que tienen disfunción sexual, es necesario un estudio personalizado con el especialista.