La enfermedad de Alzheimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro. Así lo explica a SALUD el neurólogo experto en demencia Lucio Óscar Gonzáles Cuchallo.

Las señales que preceden la dolencia son la pérdida de memoria que afecta la vida diaria como no poder recordar el camino a casa o no reconocer a su familia. Además, se presentan otras complicaciones al elaborar planes, especialmente con números.

Otros signos son la dificultad de realizar tareas que ya conocen, confundirse con el tiempo y espacio “ni saber el día o la estación del año”.

Aparecen limitaciones para hablar o escribir y, como consecuencia, se apartan del trabajo y de las relaciones sociales.

Presentan irritabilidad, peleas frecuentes y negación de la enfermedad.

El proceso degenerativo es largo y de mal pronóstico. Una vez diagnosticado el mal, los pacientes pueden fallecer en un tiempo de ocho años.

Gonzáles dice que en el Alzheimer mueren las células cerebrales por el exceso de acumulación de microproteínas beta y la proteína Tau.

Por lo tanto, se puede prevenir la probabilidad de la enfermedad bajando los niveles de colesterol y de triglicéridos.

El especialista habla de las enfermedades que desencadenan en Alzheimer como ser la diabetes, Parkinson, hipotiroidismo y la obesidad. Otro factor es la desnutrición.

Método para examinar arterias sin operación

Un matemático crea un método para examinar las arterias del corazón sin operación. Cristóbal Bertoglio, investigador del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, creó un método que permite, mediante un algoritmo, medir la presión de la sangre de las arterias del corazón para diagnosticar las obstrucciones que producen los infartos sin intervención quirúrgica.

Bertoglio aseguró, en declaraciones a Efe, que de esta forma se evita utilizar un catéter, un alambre que se introduce dentro de la arteria para medir la presión, "y, por lo tanto, hay mucha más comodidad y seguridad para el paciente".

Con esta ecuación matemática se relaciona la velocidad con la presión de la sangre, de forma que con la presión se pueda calcular la velocidad y con la velocidad se pueda calcular la presión.

"La idea es que los médicos midan la velocidad de la sangre y calculen a través de una resonancia magnética la presión de esta en el computador", explicó.



Así, se evita la intervención "ya que para introducir el catéter hay que anestesiar, usar rayos X y se necesitan varias personas aparte del cardiólogo, un anestesista, una enfermera y un pabellón y no es un procedimiento demasiado corto", añadió.

El investigador consideró que otra posible ventaja de este algoritmo sería "intentar" hacer predicciones en el computador y, simulando al paciente en otras condiciones, realizar una operación virtual.

"Con eso se puede tratar de predecir cuál sería el flujo y la velocidad y presión de la sangre en esa nueva configuración, antes de operar al paciente, o antes de que empeore", indicó Bertoglio.