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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Gonzalo Briançon, pionero de los implantes dentales

Hace 51 años comenzó su labor profesional, desde entonces se desarrolló en diferentes áreas, logrando el reconocimiento de las personas.<BR>
Gonzalo Briançon, pionero de los implantes dentales



Gonzalo Briançon Orías es un referente del área odontológica en el país. Desde la década de los 80 comenzó a realizar los primeros implantes dentales de tantalio, en forma de trípode, en Cochabamba, convirtiéndose en el precursor de esta revolución dental a nivel nacional.

El año 1969, Briançon asistió a un congreso dictado por el profesor Leonard Linkow en Lima, Perú, donde aprendió a realizar los primeros implantes dentales que ingresaban al hueso en forma de hoja y eran de una aleación especial parecida al acero quirúrgico. Por su costo, no se pudieron aplicar en Bolivia.

A finales de los años 80, el mundo de la odontología revolucionó, gracias a la aparición del implante oseointegrado, que era fabricado con titanio al 99.97 por ciento , cuya aplicación era más sencilla, debido a que tenía forma de tornillo, motivo por el cual el profesional fue a capacitarse en Santiago de Chile, el año 1990. Al retornar al país, comenzó a aplicarlos en su consultorio particular.

PRIMEROS PASOS

Gonzalo Briançon nació en el departamento de Oruro el 1 agosto de 1943, y es hijo de Hernando Briançon y Lila Orías.

Realizó sus estudios primarios y secundarios en el colegio Alemán, de esa ciudad, pero, debido a problemas de salud de su madre, su familia decidió mudarse a Cochabamba el año 1958, por lo que Gonzalo se vio en la necesidad de culminar el bachillerato alejado de sus padres, aunque pocos meses más tarde se reintegrarían. Al llegar a esta ciudad, pensó en seguir la carrera de Medicina, pero, al final, se dedicó a odontología, en la Universidad Mayor de San Simón, titulándose el año 1967.

En su época de estudiante fue dirigente de la Federación Universitaria Local (FUL) durante una gestión, que constaba de dos años, tiempo en el que se dedicó a forjar sus ideales de lucha sindical que le serviría tiempo después. Una de sus principales anécdotas como sindicalista es haberle “hecho frente”, desde el campo universitario, al Gobierno dictatorial del general René Barrientos.



DOCENCIA UNIVERSITARIA

Además de destacarse como odontólogo, Gonzalo Briançon es reconocido por la sociedad cochabambina por su labor de docencia universitaria. Fue catedrático durante 20 años en la carrera de Odontología en la UMSS, tiempo en el que se ganó el respeto y cariño de sus estudiantes y, aunque su apodo era “plomada”, debido a su rigidez y exigencia, las personas que pasaron la materia con él reconocen su trabajo.

“He tenido sorpresas muy lindas de exalumnos que se acercaron para saludarme y agradecerme (…). Cada uno cosecha lo que siembra”, afirma Briançon.

Visiblemente emocionado, con la voz entrecortada y los ojos vidriosos, el odontólogo manifiesta: “Si alguna vez les dije algo a mis estudiantes, es que me iba a realizar como maestro cuando mis alumnos me superen, y así sucedió”.

A su trayectoria profesional, también se suman las experiencias que atravesó como disertante de conferencias y cursos de postgrado.

Algo que hay que destacar de su amor a su ente matriz, es que, aunque fue invitado a dar clases en otras universidades, él nunca aceptó y decidió enfocarse solo en su consultorio después de retirarse de la actividad docente en la UMSS.

TRABAJO SINDICAL

Después de su paso por la FUL, la función gremial estuvo muy presente en su vida. Es de esa forma que asumió la Vicepresidencia del Colegio de Odontólogos de 1976 a 1980, institución en la cual ejercició como Presidente de 1990 a 1994.

También fue fundador de dos sociedades científicas. La primera, en 1996, bajo el nombre de Seminarios Odontológicos Latinoamericanos, que cerro su actividad, y la segunda fue la Sociedad de Cirugía Bucomaxilofacial, que fue creada en 1998 y que sigue vigente hasta la fecha.

PADRE, ESPOSO Y AMIGO

Con una vida dedicada a la continua actualización profesional, la docencia y el trabajo como líder sindical, Gonzalo Briançon tuvo que distribuir su tiempo para ejercer su rol de padre, esposo y amigo, de forma responsable y amorosa.

Uno de los principales apoyos a lo largo de su vida es su esposa, Amalia Messinger, con quien se casó en 1969 (está a un paso de cumplir sus Bodas de Oro) y sus dos hijas, Mónica y Denise. Además, este reconocido profesional ya tiene dos nietos, Eva de 15 años y Samuel de siete. “Los nietos son la continuidad de la vida, de la familia, son la alegría de los abuelos”, asegura Gonzalo.

De carácter firme, Briançon se define como un padre “muy estricto y exigente”, aspectos que acompaña con la disciplina y la puntualidad. Es un apasionado por la música clásica y la lectura. “Siempre tengo uno o dos libros en mi mesa de noche”, afirma.

Actualmente, su hobbie es el golf, que le ayuda a mantener la actividad física, pero durante su vida practicó muchos otros deportes.

Antes de finalizar la entrevista, este experimentado profesional recomienda a las futuras generaciones seguir protocolos estrictos a la par de la disciplina, y seguir capacitándose y actualizando constantemente.

Luego de 51 años de trabajo constante, Gonzalo Briançon se considera un hombre “plenamente realizado”, agradecido con Dios y con ganas de seguir aportando a la sociedad desde su espacio.