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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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AÑOS DE TRAYECTORIA. DESDE PEQUEÑO LAS PARTITURAS MUSICALES FORMARON PARTE DE SUS JUEGOS INFANTILES. EN SU JUVENTUD DEDICÓ LARGAS JORNADAS A LA COMPOSICIÓN DE TEMAS MUSICALES Y A LA PROYECCIÓN DE ARTISTAS. AHORA QUIERE

Julio Rodríguez Berríos, el maestro compositor

Julio Rodríguez Berríos, el maestro compositor



UN PENTAGRAMA DE VIDA

A sus 88 años, Julio Rodríguez no deja su vocación de maestro

y sigue creando canales de acercamiento con la juventud. Quiere regalar las fotocopias de algunas de sus partituras a músicos que deseen cultivar la música folclórica.

Julio Rodríguez Berríos, hijo del también conocido maestro Pedro Rodríguez Santa Cruz y Basilia Berríos Murillo, nació en Oruro el 1 de julio

de 1929. Desde niño su mundo estuvo inspirado por las notas musicales y su padre, fue su maestro y guía.

“Mi papá fue un importante protagonista en mi historia, él además de organizar innumerables grupos sinfónicos, era compositor y director de orquestas, coros; se dedicó a transmitirme su amor por la música”, recuerda.

Julio es el penúltimo de ocho hermanos, realizó sus estudios primarios en las unidades educativas “Jorge Oblitas” e “Ignacio León” de Oruro.

No había cumplido los 10 años, cuando en la escuela ya lo eligieron para que se presente con la interpretación de su música en todas las horas cívicas del colegio.

Pocos fueron los años que se cobijó bajo el abrigo de su padre, ya que don Pedro fue convocado para formar las primeras bandas militares en el país, situación que lo alejó de su hogar.

Julio quedó a cargo del cuidado de su madre y de sus hermanas mayores.

“Yo empecé a salir a la calle en busca de piano donde practicar. Acumulé mucho conocimiento, a través de mis lecciones de piano y las lecturas de los libros de mi padre, por ello puedo asegurar que ya podía defender mi posición con el sonido que surgía de las teclas”, recuerda el compositor.

De acuerdo a Rodríguez, el llamado de la música era tan fuerte que a

los 14 años se presentó a trabajar

en la radio “El Cóndor” en Oruro,

de la familia Peláez. Desde ese momento comienza a trabajar como

coordinador musical en algunas emisoras de su ciudad natal. Este cargo le permitió caminar de la mano con el arte y conocer a grandes personalidades, como ser: Raúl Shaw Moreno y sus hermanos Álex, Víctor, Roberto y otros. “Esa cabina fue la que inició mi trayectoria como pianista y el punto de partida de mis actuaciones”, dice Rodríguez.

De acuerdo a la publicación del libro autobiográfico “Julio Rodríguez Berríos, una vida en el arte”, obsequiado por el Gobierno Autónomo Municipal de Oruro en 2015, en la década de los 40, sus actividades en la radio se consolidaron; tuvo la dicha de compartir escenario con Las Kantutas, Gilberto Rojas, dos músicos distinguidos que realizaron y aportaron a la dignificación de la música boliviana.

“Fuimos protagonistas del arte, en nuestro tiempo. Con verdadera vocación establecimos un sólido pedestal donde otros, la nueva generación, se iban asentando” recuerda Rodríguez.

Los escenarios más habituales para sus presentaciones fueron el Hotel Edén, Lido, el teatro Palais Concert, Gran Rex, Municipal y otros.

El compositor asegura que en aquella época su labor como radialista fue muy importante, ya que los artistas no contaban con otro medio de comunicación, por lo que la radiodifusión de programas culturales fue de gran alcance, lo que llegó a crear audiencias muy cotizadas.

A los 15 años, el joven músico ya había tenido muchas experiencias interesantes, logrando el afecto del público. Su actividad lo llevaría a realizar presentaciones en La Paz en radio “América”, para participar en el programa radial de “Víctor Shaw” y luego “Radio Cultura” en Cochabamba.

Entre los primeros recuerdos que atesora de la Llajta es que -en aquella oportunidad- llegó a la confitería Roxy, de la calle Bolívar, donde la juventud se daba cita para el matinée bailable. Fue allí donde ofreció uno de sus conciertos bailables junto a la orquesta de Antonio Albornoz.

Julio Rodríguez concluyó su estudios secundarios en la U.E. “Juan Misael Saracho”. Años más tarde se trasladaría a la ciudad de La Paz para ser parte de la orquesta del maestro Fermín Barrionuevo.

Tiempo después, a la edad de 23 años, viajó a Buenos Aires, donde se destacó por la interpretación de instrumentos de tecla.

Cuando el Embajador de Bo-livia en Argentina se enteró de su presencia, lo llevó a la radio “Belgrano” para que haga un homenaje a Bolivia.

Cuando retornó a Oruro fue nombrado Director del Departamento Municipal de Cultura. También ocupó el cargo de coordinador musical de la Radio Ferroviaria “El Cóndor”, una época llena de nostalgia y recuerdos, ya

que este destacado profesional logró socializar con personalidades del ámbito internacional, donde podemos destacar la presencia de Luis Aguilar, Libertad Lamarque, Lucho Barrios

y muchos más de acervo nacional como Las Hermanas Espinoza, Raúl Shaw Moreno, Zulma Yugar, Vicente Valenzuela y otros.

En su historia no se puede dejar de nombrar al reconocido conjunto musical “Los Ases Andinos” junto a Raúl Alba, Wilfredo Murillo y Pacífico Aliaga, con quienes realizó un amplia gira artística que los llevó a grabar con el sello Copacabana de la ciudad de Sao Paulo, Brasil; con el cual llegó a tener mucho reconocimiento, para luego tener un ascenso fantástico en su carrera artística.

Hace 46 años que este gran compositor radica en Cochabamba, aunque nunca olvidó a su amada tierra orureña. La recuerda a través de sus composiciones y, cada vez que puede retorna a su ciudad -a pesar de las recomendaciones médicas- para brindar aplaudidos conciertos en esta capital.

Durante su trayectoria artística, Julio Rodríguez fue objeto de muchas distinciones y reconocimientos, especialmente cuando cumplió sus bodas de oro.

Entre los reconocimientos destacan la Distinción “Forjador de la Educación”, entregado por la Cámara de Diputados en 2013, y la “Distinción Sol de Septiembre” de la Asamblea Legislativa Departamental, en 2014.

Aporte

Trabajo

El profesor Rodríguez, considerado uno de los músicos más importantes de la ciudad de Oruro, prestó un valioso aporte en la formación de los artistas. Siendo un excelente ejecutante del piano, acordeón y órgano, que grabó varios discos.

Familia

Una vida llena de arte 

Julio Rodríguez Berríos se casó en su ciudad natal con Yolanda Cossío Vargas, con la cual tuvieron cinco hijos.

Es autor de obras musicales que fueron premiadas en varios concursos que merecieron el reconocimiento de varias instituciones públicas y privadas.

Entre sus composiciones se encuentran “Sin Mentrir”, Serás para mi, Kochalita, Oruro de mis Recuerdos, Himno a la Fuerza Aérea Boliviana y otros.