Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 06:46

MASSIEL CARDOZO/// COMO GUIONISTA DEL CORTO GANADOR DEL 48 HOUR FILM PROJECT, LA FOTÓGRAFA ASISTIRÁ AL FESTIVAL FILMAPALOOZA EN EEUU.

Pudimos soñar al máximo

Pudimos soñar al máximo

  

El pasado agosto, “Día de la mesa”, un quimérico audiovisual producido por Fascine Films, fue elegido como el mejor corto cochabambino del reto 48 Hour Film Proyect (Proyecto 48 horas), clasificando a sus realizadores al festival internacional “Filmapalooza”, a desarrollarse este marzo, en Seattle (Washington, Estados Unidos).

Alrededor de 400 cineastas de todo el mundo asistirán al evento, y entre ellos la delegación de Fascine Films: Luis Borda (director), Carlos Tapia (productor), los actores Javier Suárez y Wiler Vidaurre, y Massiel Cardozo, guionista.

A un ritmo frenético –48 horas continuas– el equipo concibió y ejecutó una idea sencilla y efectiva, que además de mostrar su talento para contar historias, logró ajustarse a las condiciones del reto, empezando por la inclusión de un plato de “Pique macho”.

“En la lluvia de ideas nos dimos cuenta de que (el Pique) se sirve en mesas convencionales, pero debíamos pensar diferente, en casi todos los aspectos; una mesa de Todos Santos era óptima para este cometido; además, encajaba perfectamente en el género que nos había tocado en el sorteo (fantasía)”, explica la también fotógrafa, cuyo apego por las dinámicas socio-culturales bolivianas, como lo es esta fiesta, posibilitó un ágil desarrollo del guión, premiado en la competencia.

“Si bien aparezco como co-guionista en Día de la Mesa, porque acompañaba al director en la elaboración del texto, para mí es un mundo gigante por descubrir”, aclara con modestia, la misma que la lleva a resaltar el aporte de cada miembro del equipo, como el de la directora de arte, Nona Martínez, y el de la maquillista Marcela Coors.

“(Con el corto) pudimos soñar al máximo y también mofarnos de la burocracia; fue una manera de denunciar lo naturalizadas que están las restricciones a nuestro disfrute”, expresa Massiel, sobre el mensaje social detrás de la tiernamente ilusoria trama. “Nos prohíben todo”, lamenta Cardozo; pero, como puede verse, las posibles represiones del entorno no logran inhibir la voluntad y ganas de esta nueva generación de cineastas.