Desde hace cuatro años, un equipo de médicos alemanes llega al pabellón 

de quemados del Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel para participar de las campañas de cirugía reconstructiva de niños quemados.

Esta es una labor impulsada y apoyada por el Rotary Club Cochabamba. Günter y Marianne Zabel, quienes son parte del equipo de galenos, señala que esta es la cuarta oportunidad que visitan el departamento y brindan sus conocimientos gratuitamente para brindar una nueva oportunidad a los niños de este pabellón.

“El objetivo es beneficiar a los niños y que ellos recuperen la funcionalidad completa de las partes afectadas por las quemaduras que llegan a afectar nervios, tendones y otras partes fundamentales que afectan al normal desenvolvimiento del cuerpo humano”, afirma Günter Zabel.

De acuerdo a este profesional, la quemadura es un accidente que destruye la piel y trae secuelas por la cicatrización, lo que provoca retracción y no le permite una fácil movilidad.

“Nosotros venimos con la idea de ayudar a estos niños, en la mayoría de ellos se llegan a realizar hasta tres procedimientos en uno; de esta manera se puede mejorar su calidad de vida”, asegura Zabel.

Por su parte, Marianne Zabel asegura que en esta visita se operaron a 38 personas y se realizaron más de 70 valoraciones.

En esta ocasión, el equipo estaba conformado por siete profesionales, pero

el año entrante vendrán con el doble de personal y se quedarán dos semanas

para realizar la misma labor.

“Nosotros nos encargamos de recaudar fondos en nuestro país y costear todos los gastos aquí, pero lo que nos llena de satisfacción es cumplir con nuestra meta y objetivo.

“Venimos a ayudar y devolver un poco de alegría a esos niños”, asegura Marianne Zabel.

El equipo multidisciplinario está compuesto por médicos cirujanos, enfermeras y fisioterapeutas.

“Tenemos mucho apoyo de los rotarios, son ellos quienes se encargan de la logística y el trabajo local para que nosotros lleguemos a operar”, asegura

Zabel.

Un aspecto importante

de esta campaña es que

el equipo de cirujanos que opera se encarga de realizar el seguimiento a todos los pacientes mientras permanecen en el país.

Posteriormente, es el doctor Óscar Romero, jefe del Pabellón de Quemados, quien se hace cargo”, asegura Marianne.

El vínculo de amistad está creado y solo hay que esperar al próximo año para continuar esta campaña de solidaridad, concluye Günter Zabel.