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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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¿UNA CURA PARA LA ARTRITIS REUMATOIDE?

El veneno milagroso

El veneno milagroso



Esta fórmula proviene de la hormiga de Palo Santo. Un laboratorio de Santa Cruz utiliza la toxina  de este insecto para fabricar una sustancia medicinal que combate esta enfermedad.

“Apenas me levantaba de la cama los dolores me invadían. Es algo muy difícil de describir, pero me costaba mucho caminar, no podía mover los dedos y casi siempre estaba hinchada”, recuerda Norma Choque Laime, de 34 años, quien vivió con las dolencias de la artritis reumatoide, por más de 11 años.

Su enfermedad avanzaba poco a poco. Su vida giraba en torno a la ingesta de fármacos para paliar las molestias y el dolor. Su tratamiento se remitía a la administración de corticoide, ácido fólico, metotrexato, diclofenaco y otros.

“Por suerte ya tenía una hija y eso me consolaba, ya que debido al consumo de metotrexato no podía volver a quedar embarazada, porque este fármaco es un agente abortivo durante las primera etapas del embarazo”, comenta Choque.

Por una decisión personal cambió de residencia al oriente boliviano, Cobija en Pando, y allí encontró alivio a su enfermedad, gracias a la aplicación de un principio activo del Extracto Pseudomyrmex Triplarinus (EPT), un complejo extraído de la toxina de este insecto, más conocido en el oriente del país como la hormiga del Palo Santo.

“Luego de recibir la aplicación de este nuevo producto comencé a mejorar y dejé de tomar o administrarme todo tipo de medicinas. Esto representó un alivio corporal muy grande para mi; pero lo más importante es que pude volver a embarazarme. Hoy mi hijo ya tiene siete meses de vida y es completamente sano”, comenta con alegría.

El bioquímico alemán Gunther Holzmann, que radicó en Santa Cruz, fue el investigador que se encargó de convertir el veneno del insecto en un remedio que alivió a miles de personas y que ahora la fórmula está siendo comercializada por el laboratorio IFA.

LA ARTRITIS DOLOROSA

Las enfermedades reumáticas se inician por la interacción entre factores complejos de predisposición genética en combinación con factores del ambiente, entre los que se encuentran las infecciones y el trauma.

Usualmente la artritis comienza con dolores en las extremidades y dificultad para moverlas. Aunque es mucho más común que suceda en personas mayores de 50 o 60 años, la verdad es que también existen casos especiales en el que personas jóvenes experimentan dolores en las rodillas, muñecas o los tobillos.

La artritis reumatoide es una enfermedad en la que las articulaciones y tejidos se inflaman impidiendo el normal movimiento de las rótulas. Además, es de carácter autoinmune lo que traduce que es el organismo el que se ataca así mismo por error.

La mayoría de personas que tiene esta enfermedad asegura sentir dolor intenso que es más frecuente en las madrugadas, con una sensación de calor local y enrojecimiento en las articulaciones.

Asimismo, esta dolencia puede generar otro tipo de enfermedades como el caso del síndrome de ojo seco, la incapacidad y deformación de las articulaciones, adormecimiento de manos y pies, entre otras afecciones.

origen de la cura

La estrella de este milagro es la hormiga del Palo Santo, cuyas picaduras pueden ser el infierno o la salvación, se dice que ésta es mucho más potente que de la abeja.

Aunque era de conocimiento popular que la picadura de este insecto ayuda a aliviar algunas dolencias fue el bioquímico alemán Gunther Holzmann quien comenzó a investigar las propiedades de esta toxina.

Según un reportaje del periodista Javier Méndez Vedia publicado en 2012 en el periódico El Deber de Santa Cruz, este bioquímico alemán se afincó en Santa Cruz de la Sierra desde 1954; padecía de artritis. Cuando supo que un insecto conocido como la hormiga de Palo Santo aliviaba esos dolores, empezó a probar.

Es así como entre diciembre de 1972 y mayo de 1974, todos los días, él y 21 pacientes soportaron las picaduras. Sus hijas eran las que ayudaban a recolectar los insectos, utilizando las trampas que él mismo inventó.

Ya en 1933 se publicaron las primeras investigaciones sobre el tratamiento de la artritis con abejas, que no fue efectivo, pero en esta oportunidad se trataba de una hormiga, así que continuaron los estudios de investigación.

Se hicieron pruebas en República Dominicana y el departamento de Inmunología de la Universidad de Miami siguió investigando.

Los investigadores se centraron en un polisacárido del veneno, que es el principio activo, es decir que es la sustancia que cura.

Las pruebas continuaron hasta la década de los 80, con la publicación del resultado de los ensayos en humanos: el entumecimiento matinal disminuía un 78 por ciento , la fuerza para agarrar objetos aumentó 22 por ciento y la inflamación en el 19 por ciento de los casos bajó a 3 por ciento .

Los resultados de las investigaciones dieron la esperanza para crear un medicamento que ayude a miles de personas que sufren artritis.

En aquel entonces un gigante farmacéutico quiso comprar la patente del polisacárido que cura la artritis reumatoide y le ofreció a Gunther Holzmann una tentadora suma con varios ceros; pero la intención de ese laboratorio no era masificar la venta del producto, sino archivar la patente, puesto que su medicamento para la artritis era el sexto más vendido de su lista.

La intención de la cadena farmacéutica molestó a Holzmann, el cual prefirió no vender la patente para que en un futuro su fórmula pueda ayudar al 6 por ciento de la población mundial que padece este problema. Es así como este investigador obtuvo la primera patente en EEUU.

producto a la venta

Gunther Holzmann falleció en Santa Cruz a la edad de 89 en 2001 y hasta ese momento la formula no había sido comercializada, pero hace poco menos de una década que los hijos de Holzmann lograron depositar su confianza en Laboratorios IFA de Santa Cruz para dar inicio al anhelo de su padre.

Para procedimientos legales la familia es la propietaria de la patente y el laboratorio se constituiría como el manufacturador del producto, el cual es comercializado como una solución inyectable E.P.T. (Extracto Pseudomyrmex Triplarinus).

De acuerdo a Martín Rolando Alarcón, jefe de línea de Laboratorio IFA, en la actualidad el producto beneficia a un promedio de 150 enfermos en Santa Cruz, cifra a la cual se suman otros 50 pacientes en el resto del país.

Una de las grandes ventajas de este producto es que en lugar de simplemente aliviar los síntomas, -mediante analgésicos, antiinflamatorios y antiflogísticos-, la dosis ataca y elimina la causa de la enfermedad. Según Alarcón esta es una de las razones por las cuales el producto no es muy conocido ni recetado por los médicos, ya que en algún caso va en contra de sistema de comercialización de medicamentos.

El tratamiento consta de 10 a 15 inyecciones subcutáneas, preferentemente en la parte superior externa del antebrazo. de acuerdo a los galenos conviene alternar los brazos en cada inyección y en algún caso se podrán espaciar las inyecciones cada 2 a 4 días. El preparado debe guardarse en frío pero sin congelarse. El tratamiento debe ser aplicado bajo supervisión médica.

Lo importante de esta dosificación es que el bloqueador inmunológico EPT no actúa sobre las glándulas suprarenales ni contiene corticoides, evitando de esta manera los graves inconvenientes que encierra esta terapia, salvo que en algunos pacientes hipersensibles genera una ligera y pasajera irritación cutánea.

En base a investigaciones realizadas en Alemania se determina que el 84 por ciento de los pacientes tratados responde positivamente, mientras que en el 16 por ciento restante el tratamiento no tiene efecto.

Dentro del grupo que ha dado respuesta positiva, el paciente ya no requiere de ninguna medicación posterior.

DE BOLIVIA AL MUNDO

Pero no solo Norma Choque pudo recibir la cura para sus males sino que a la fecha pacientes de países vecinos llegan al país para beneficiarse de esta fórmula, como Olivia Bergaretche, de 41 años, quien llegó desde la Argentina.

Motivo por el cual el laboratorio está viendo la posibilidad de comenzar su etapa de exportación, primero a nivel sudamericano, seguido por Norte América y finalmente Europa.