Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 09:52

Omar Pannunzio, ARTEsano de guitarras

Del 31 de agosto al 2 de septiembre se celebrará la III Bienal Internacional de Guitarra de Cochabamba, acontecimiento dirigido por el destacado guitarrista boliviano Marcos Puña, que contará con dos importantes figuras, el argenti
Omar Pannunzio, ARTEsano de guitarras



Como si se tratase de buenos vinos, la cata de guitarras es fascinante, es hermoso apreciar sus virtudes. Como si se tratase de culinaria, las combinaciones de ingredientes provocan resultados insospechados: Tapas (cara de la guitarra que tiene en medio el orificio por donde sale el sonido) de cedro, pino abeto, espaldas de jacarandá de Bahía, de la India, de Pauferro y otras maderas (macizas o no), sumado a la variedad de arquitecturas que ahora existen y al tiempo de maduración de un instrumento, son factores que hacen que quedemos gratamente sorprendidos por la evolución que el hombre logra en esta ciencia-arte.

Después que el constructor español Antonio de Torres (1817 – 1892) estableció el modelo de guitarra que hoy conocemos, durante muchos años las variantes de arquitectura interna no han sido radicales. Torres influyó en muchos constructores del siglo XX que con diversas variantes siguieron su modelo “tradicional español” lleno de volumen, dulzura y variedad tímbrica (Ramírez, Romanillos, Bernabé, Hauser y otros), guitarristas como Andrés Segovia y Julian Bream, tocaban estas guitarras.

Otras variedades, de arquitectura distinta, aparecen recién en la década de 1980 con el australiano Greg Smallman que –impulsado por el guitarrista John Williams– difundió un modelo que en lugar de las varillas internas que tiene la guitarra española en la tapa, puso un enrejado de madera balsa con carbono, el resultado fue un instrumento con menos tímbrica, pero con un caudal de volumen enorme y comodidad, se conoce como modelo “Australiano” o “Lattice”.

El norteamericano Thomas Humphrey legó un brazo levantado algo parecido al violoncello y el alemán Mathias Dammann propuso una doble tapa cerrada al “vacío”.

La guitarra Flamenca, obviamente española, con variantes en su arquitectura y sobretodo caracterizada por el uso de Ciprés en la espalda, logra un sonido más metálico y percusivo ideal para este género musical.

Es así que la construcción de guitarras ha evolucionado en todo el mundo, cada país tiene sus representantes y en América Latina, países como Brasil o Argentina gozan de una respetable tradición y competencia que obliga a la constante superación de sus resultados, actualmente Bolivia va creciendo con la presencia de constructores de tradición y otros jóvenes que se forman con grandes artesanos.

Durante diez años toqué con una guitarra maravillosa hecha por el notable Ricardo Louzao, uno de los constructores argentinos más prestigiosos, en 2013 mi instrumento requería mantenimiento y estando en Buenos Aires aproveché para visitarlo en su taller con este fin, lo que yo no sospechaba es que en esa visita conocería a su ex alumno y estrecho colaborador Omar Pannunzio, joven artesano que me dejó perplejo.

Víctima de mi debilidad por conocer guitarras le pregunté qué instrumentos tenía. Fue muy interesante el desfile, primero algunas que me parecieron muy buenas pero yo no llegaba a enamorarme, hasta que llegó la cuarta guitarra, de esas que dices “esta es la mía, qué maravilla!”, faltaba barnizarla y yo debía volver a Bolivia en dos días, tiempo insuficiente para hacer esta última fase del acabado. Le agradezco a Louzao que me ayudó a convencer a Pannunzio, sugiriendo que use un barniz delgado de secado rápido, así me la pude traer, de ese modo, desde hace cuatro años toco con sus guitarras.

Una característica de su talento es la versatilidad, pues, además de los modelos puros descritos anteriormente, hace mezclas, varios de estos híbridos han tenido un resultado brillante, ejemplo: tapa española y espalda australiana o viceversa, diapasón Humphrey o español tradicional, con o sin posabrazos y más opciones.

Admiro su actitud de escucha a cualquier sugerencia que le hacen los intérpretes, consciente de que su producto, si bien es excelente, puede siempre mejorar.

Omar Pannunzio es uno de los grandes constructores de guitarras de Sudamérica gracias a que sus resultados no son solamente intuitivos sino resultado de una formación profesional científica, donde cada parte del instrumento tiene una micro-topografía lograda con un pulso de precisión, pequeños grandes detalles que marcan la gran diferencia sonora, entre las guitarras fabricadas en serie, las fabricadas semiartesanalmente y las totalmente artesanales. Para Omar cada guitarra posee la singularidad de poder adaptarse a las personalidades únicas e irrepetibles de sus respectivos dueños.

Se formó fundamentalmente en la escuela de lutheria Arnaldo Mezquiriz de la Secretaria de Cultura, Viviana Guerra lo ha guiado en guitarras clásicas, Fabián Querol en flamencas y Ricardo Louzao en lo que respecta a las guitarras contemporáneas o australianas.

Será un honor recibirlo en esta Bienal, Pannunzio hará un conversatorio para guitarristas sobre “Tipos de Guitarras” en el teatro Zamudio, a las 16:00 del 1 de septiembre, además de patrocinar el Concurso Nacional de Guitarra donde dona a Bolivia una guitarra valorada en 3.000 dólares que él mismo entregará en el acto de premiación en la noche del 2 de septiembre (teatro Achá).

Guitarrista y profesor en el Conservatorio Nacional de Música - bienalguitarracochabamba.blogspot.com