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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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ENTREVISTA FICTICIA Y BIOGRÁFICA AL ESCRITOR ESTADOUNIDENSE, ACERCA DE SU CELEBRADA NOVELA DE 1971.

Miedo y asco en Las Vegas

Miedo y asco en Las Vegas



100 kilómetros por hora. Hunter S. Thompson, calvo, cigarro en la boca, gafas de aviador, derrapa su Cadillac por la carretera. De fondo está el desierto y, en el cielo azul, el sol. En el asiento trasero está su abogado samoano; esnifa el polvo de unas pastillas y luego recuesta la cabeza en el asiento: «¡Esto es Las Vegas y la búsqueda del sueño americano!». Luego ríe hasta quedar dormido.

Periodista: Las Vegas es el símbolo de la desmesura.

Hunter: Y del hartazgo y de las mujeres de bikini y del olvido y de las mujeres con gafas de sol y de la locura y de las mujeres entre una estela de polvo, que es la metáfora del olvido.

P: Miedo y asco en Las Vegas no solo retrata eso.

H: Ese libro es mi muerte y mi salvación. Es un hombre crucificado en el desierto mientras a su alrededor hacen fiesta y él apenas mira de reojo y lo que ve es el horror y el miedo a la mortalidad.

P: ¿El miedo a la mortalidad?

H: ¿Quién no quiere ser inmortal?

P: Supongo que la inmortalidad debe ser aburrida.

H: Depende de si hay mujeres o si no hay mujeres. Depende de si hay anfetaminas o si no hay anfetaminas.

P: Pero todo exceso cansa.

H: La vida no debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de llegar a salvo con un cuerpo bonito y bien conservado, sino más bien llegar derrapando de lado, entre una nube de humo, completamente desgastado y destrozado, y proclamar en voz alta: ¡Uf! ¡Vaya viajecito!

P: Entonces prefieres al Quijote y al Capitán Ahab.

H: Ellos a su manera vivieron al límite; uno por la locura, el otro por la venganza. Algo debemos poseer para que nuestro motor tenga la fuerza necesaria.

P: En tu libro parece que son las drogas y la ansiedad.

H: Miedo y asco en Las Vegas lo escribí sin brújula. Mejor: escribí este libro sin necesidad de llegar a un lugar. Es mejor estar perdido y tantear la oscuridad, a veces encuentras cosas buenas, a veces solo basura.

P: Es ahí donde termina el periodismo.

H: Es ahí donde empieza el periodismo. Cada vez que uno busca fuentes está más o menos perdido y tiene una soga al cuello o tiene una caja de explosivos debajo de su asiento. Debe llegar con la fuente y con la noticia, pero uno no sabe dónde buscar, a veces el instinto debe ser más fuerte.

P: Pero en el periodismo no se puede hacer ficción.

H: ¿Quién te lo dijo? ¿Lo leíste en algún manual?

P: Existe la ética.

H: Y existe la moral y existe la paz mundial y existe Godzilla. Lo que le queda al periodista es hacer ficción, porque todo es ficción, porque todo lo que digo y lo que hago está marcado con un filtro. Ahora, depende del filtro que te coloques, puede ser un filtro comprado por el Gobierno o por otro mejor postor, o puede ser un filtro tuyo: único e irrepetible. Y es ahí, es en ese momento, en el que serás un buen periodista. No busques la verdad absoluta; busca la vida.

Periodista y escritor - [email protected]