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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Pie de foto y/o los papeles de Mario Vargas Llosa

Pie de foto y/o los papeles de Mario Vargas Llosa



Sobre la vinculación del escritor peruano con el escándalo de los Papeles de Panamá, y sobre su reciente novela, Cinco esquinas.

El Pais (el sin acento, como se llama este diario de destrucción masiva) detalla que se trata, y así lo cree, de personalidades, la mayoría políticas, que asisten a uno de los actos en homenaje al octogésimo cumpleaños del escritor Mario Vargas Llosa. Otros sabrán que estos son parte de esa casta mundial que se reparte (o disputa, según cómo se vea) el mundo. Se debe reconocer que este periódico logró reunir a lo más granado de sus especímenes, representantes de lo que denominan la madre e hija patrias.

Con las armas de su moral, de su religión, de fuego, de oro, este nuevo orden de vertebrados hinca colmillos y zarpas en el aire, la biología, el mineral. Tierra, bosques, países, caen bajo su ímpetu demoledor en su misión de obtener más dinero y más poder. ¿Para qué?, esa pregunta, que a los seres humanos deja sin más respuesta que la perplejidad, no es la que ellos se hacen (ni esa, ni ninguna). Solo siguen su instinto devastador.

Sin conciencia ni remordimiento, asuelan paisajes que incluyen ideas, hombres y mujeres de todos los colores, pero uniformes ante sus ojos sin vida.

Desorientados los hombres, los han llamado de cualquier forma para reconocerlos y diferenciarse, algunos creen que son de otro mundo, otros, se refieren a ellos como “reptilianos” u otro apelativo desesperado.

Ya Neruda los mencionaba en sus versos, como chacales que el chacal rechazaría. Uno de la especie, será Presidente de Estados Unidos, otros lo han sido de países vecinos al nuestro.

Los Papeles de Panamá no son las pruebas de meras especulaciones financieras y delitos penales y morales. Son mucho más que eso: son los certificados de la pertenencia a esta raza sin país ni principios; la que responde a la Carta Magna de un solo artículo de borrosa escritura, que lo incluye todo: abuso, explotación, racismo, insensibilidad.

Pues, entre ellos, está el premio Nobel haciendo los deberes para completar su metamorfosis, iniciada hace ya muchos años, más o menos en el tiempo en que dejaba de ser un buen escritor.

Se recibió, precisamente, con sus propios Papeles de Panamá y quizás esta foto es, en realidad, la de su graduación.

Como anda la “gran” prensa obsecuente con los intereses de estos seres, puede que se recuerde a Vargas Llosa como no es. O, mutatis mutandis, la ingrata memoria colectiva y la historia jueguen a la ruleta y el autor de La Casa Verde tenga las siguientes opciones para su muy cercana posteridad: a) se lo recuerde por sus grandes novelas. b) se lo tenga por el candidato aplastado por El Chino. c) siga vivo solo en las referencias de los crucigramas. d) sus papeles editados en Panamá sean más valiosos que sus papeles editados en España.



Otra novelita postnobel

Días después de este aquelarre, Vargas Llosa lanzó su novela casi póstuma, Cinco esquinas, la segunda después del Premio Nobel. La curva descendente de su calidad está anotada en casi todas las críticas.

Están sus técnicas narrativas que ya se hacen repetitivas y sus personajes se mueven en un ámbito estereotipado y maniqueísta, y se nota excesivamente la flojera de intentar algo de profundidad psicológica. Las escenas de sexo se multiplican, y se tornan tanto más imaginativas, cuanto más viejecito está el autor; su desprecio por lo peruano es manifiesto y, lo que prometía ser una crítica a la prensa amarilla (color que colorea a casi todos los periódicos del mundo) se convierte en un imposible escenario de miseria humana. Uno extraña grandemente al siniestro jefe de la seguridad política de Conversación… ante la “actuación” del Doctor de su segunda novela postnobel.

Leemos su discurso de Premio Nobel donde Vargas sugería haber aprendido de Flaubert, Malraux, Faulkner. ¿En cuál de las malolientes cinco esquinas los tiraría?



P.S. Esta novela es también utilitaria. Estamos seguros de que la escribió de urgencia por la cercanía del ballotage peruano; debía parar a la hija de su verdugo electoral: Keiko Fujimori.

Periodista y escritor - [email protected]