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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Lo que Ronda Rousey olvidó aplicar de la estrategia del FC Barcelona

Lo que Ronda Rousey olvidó aplicar de la estrategia del FC Barcelona



Sobre las enseñanzas que dejan la pelea del título de la UFC y el clásico español de fútbol Real Madrid - Barcelona.

A nivel de estrategia, Barcelona FC hizo contra el Real Madrid todo lo esencial que Ronda Rousey se olvidó de hacer contra Holly Holm en la defensa del título del UFC, el pasado sábado 14 de noviembre en Australia. Nos referimos principalmente al elemento de la “presión defensiva”. Ronda Rousey y su equipo delinearon un plan de pelea en el que debía moverse hacia adelante presionando la acción. Cabe decir que Holm, la retadora, venía con un palmarés de campeona en tres categorías de boxeo, 19 veces campeona del mundo, además de profesional del kickboxing. De modo que Ronda, una campeona de judo a nivel olímpico, siguió el plan de acosar a su oponente en el ring para conectarla con fuerza y ganarle en sus aguas. Era una estrategia muy imperial.

Ese plan ha sido muy criticado por la mayoría de los comentaristas y peleadores de la MMA, que rápidamente observaron la ingenuidad de jugarle de igual a igual a una golpeadora tan decorada y experta. Es cierto que Ronda Rousey eligió ir hacia adelante, encimar a Holm, porque era una manera de evitar que le pintaran la cara, cosa que hubiera pasado si salía a pelear pasivamente, dando tiempo y espacio para que Holm trabaje la pelea. Pero Ronda confundió el objetivo, y bien podría ahora aprender de lo hecho por el Barcelona FC frente al Real Madrid en su enfrentamiento por la Liga Española, el pasado 21 de noviembre. Lo que hizo el equipo de Luis Enrique fue presionar arriba en momentos precisos del partido, en campo contrario, lo cual fue evidente con la posición avanzada que ocupaba Busquets a la hora de apretar la salida del Madrid. Es lo que se llama “defensa hacia adelante”, criterio que el equipo culé maneja con mayor maestría que su par merengue. “Defender hacia adelante” es un equivalente de “presionar defensivamente”, pero sin ser lo mismo a “forzar el azar”.

Ronda Rousey tendría que haber utilizado esta estrategia de presionar defensivamente, lo cual hubiera implicado utilizar más el jab, hacer errar la distancia a Holm, mover la cabeza mucho más, y hacer algunos intentos de derribo atacando a las piernas. Ronda se fue directamente hacia su rival, en línea recta, con cabeza estática, lanzando directos al aire, parecía que estaba más preocupada de dar un mensaje de agresividad.

En el campus de Rousey se olvidaron de lo primero, que consiste en neutralizar. Hace falta tener presente porciones de mentalidad de sobrevivencia, parte importante del aprendizaje en artes marciales. Barcelona FC valora la posesión del balón no solo porque le permite generar ocasiones de gol, sino principalmente porque le asegura protección de su propio arco. Sobrevivencia. Ronda tenía eso presente en sus primeras peleas en el UFC, cuando llegaba rápido al clinch y proyectaba a sus rivales al suelo. Pero contra Holly Holm se olvidó de este principio, peleó con su ego, peleó con su nombre, peleó con su record de invicta, con su seguidilla de victorias rápidas: “Voy a aplastarla como a todas las anteriores” –parecía decir. Fue un poco lo mismo que hizo el Real Madrid de Rafael Benitez en este último clásico que resultó apabullado: en lugar de respetar el juego del Barcelona, se decidió a jugar con sus nombres estelares, colocó una alineación que juntaba a los ofensivos y sacó a Casemiro, como si el partido lo fuera a ganar quien más señas de agresividad mostrara. Pero solo se vio un Real Madrid incompetente en la presión alta, descompensado en el medio, e impotente en la defensa cuando los puntos azulgranas aceleraban motores. Todo un paso atrás respecto de lo que lograron con Mourinho en la definición de un estilo anti-Barza.

El segundo gol del Barcelona fue un resumen del planteamiento del partido. Recuperación de balón en campo contrario, Busquets funcionando en la posición alta en la que se encontraba. Hicieron llegar la pelota a Iniesta, que magistralmente la condujo hacia adelante mientras Suárez y Neymar atacaron el espacio vacío, ofreciéndole dos opciones de pase. Iniesta eligió abrirla hacia Neymar, con precisión de relojero, evitando el off side milimétricamente. El pase se ejecutó ante la presión de Ramos, que quedó plantado en falso, Neymar controló y se vio de cara frente al portero, definió bajo y rasante. Si había un rebote, Suárez estaba ahí para embocarla; no fue necesario.

Traducido a una pelea de MMA, Rousey tendría que haber comprendido que la estrategia de ir hacia el frente era esencialmente defensiva, que no debía obligarse a sí misma a buscar el golpe definitivo contra una striker; tener a Holly Holm caminando hacia atrás y a los lados era una forma de limitar su arsenal de golpes. Pero como dice Rickson Gracie -figura icónica del mundo del Jiu Jitsu-, para el grappler lo importante es practicar la neutralización del juego del striker. Ronda tenía que haber presionado sin ofrecer un blanco fijo, a la espera de los momentos en que se abriera la oportunidad de cerrar la distancia. George Sant Pierre ha sido un excelente exponente de la versatilidad entre golpeo de pie y los derribos atacando con derribos single leg. Ronda en cambio se comprometió demasiado al presionar toda la pelea, no practicó ni un amague de patada, ni una amenaza de single leg o double leg. Así, el abanico de técnicas que debía defender Holly Holm en su mente era bastante previsible.

En el manual de pelea del grappler contra el striker, a partir de peleas legendarias como la de Minotauro Nogueira contra Mirko Crocop en Pride, o aquellas iniciáticas de Royce Gracie contra un boxeador y luego contra un kickboxer en el UFC I, lo que aprendimos fue que la clave para el grappler consiste en trabajar el derribo sobre la acción del golpe del rival; por supuesto que Holly Holm no era tan ingenua como aquellos strikers, pues pega con mucha más consciencia de la defensa a un intento de ser derribada, y con mucha movilidad. Ronda por su parte estaba limitada por su estilo de judo, que requiere de un tipo de agarre cuerpo a cuerpo, y no cuenta con algunos lances de derribo de la lucha libre o el sambo, que atacan directo a las piernas.

La sorpresa es por lo general un activo muy importante en la estrategia de guerra. En el entorno de Barcelona se aplicó a la perfección. Se especuló mucho sobre el retorno de Messi a la escuadra titular. En Madrid, seguramente, no sabían si preparar un equipo que se supiera defender de la nueva versión del Barcelona, donde Neymar y Suárez gestionan la definición de los partidos en base al trabajo de Busquets, Iniesta, y los medulares. Al final Messi no entró de inicio. Luis Enrique modificó además el modelo hacia la figura de cuatro mediocampistas, mientras que los de Benítez no sabían bien cuál iba a ser el poder de elaboración de jugadas ofensivas de su archirrival. De hecho, existe una percepción errónea de que este Barcelona -ya sin Xavi, aun sin Messi y sin Rafinha- no sabe generar lo mismo con el toque de balón, y depende más del contragolpe, o de recuperar el balón en la salida del rival. Y resultó que el primer gol fue una declaración de principios del estilo de juego del Barcelona. Fue el record de pases seguidos en la Liga 2015-2016, hasta que Sergi Roberto se aventuró por el medio, sin que un solo mediocentro protegiera la saga del Madrid, y colocó el pase perfecto para Suárez, que definió con calidad impresionante, de tres dedos y fuerte al costado lejano.

En el segundo gol funcionó la presión defensiva, o el formato de defensa hacia adelante. En el fondo lo que buscaban era activar tácticas de autoprotección. Ronda Rousey hizo lo opuesto, se desprotegió para ir a sacarle la cabeza a su ágil y técnica oponente. Holly Holm era la pesadilla a nivel estilístico en persona: zurda, mayor alcance de brazos, versada en defensa y ataque, excelente juego de pies, contra-atacadora, y preparada con el correcto mindset. Ronda se le fue encima incluso en el segundo round, cuando ya no tenía la misma efervescencia de su lado, y ya había probado la precisión y poderío de la mano izquierda de Holm. Su técnico de striking la empujó a seguir atacando, mientras Rener Gracie (sobrino de Rickson), el coach de jiu jitsu acompañaba en silencio en la esquina, demostrando el rol secundario que cumple.

Hubo un momento clave alrededor del minuto 4 del primer round, cuando Ronda logró contragolpear una patada de Holm y le acertó un cruzado de izquierda. Curiosamente, la larga Holm fue la que se protegió primero, cinturó inmediatamente a Ronda -que quería seguir golpeando- y elevándola ligeramente logró proyectarla al suelo para caer entre las piernas de la campeona, en su guardia. Ronda no cerró la guardia, y Holm inteligentemente se paró de nuevo, forzando a la campeona a hacer la pelea que no le convenía. Me extrañó en ese momento que Ronda no intentara la rubber guard que ha aprendido con Eddy Bravo, según se muestra en YouTube en videos de la Academia The 10th Planet. Así hubiera podido mantener a Holm encerrada en la guardia y en riesgo de ser finalizada.

En jiu jitsu, cobijarse en la guardia contra un striker es equivalente a mantener la posesión del balón contra equipos de mucho vértigo, velocidad y habilidad técnica como el Real Madrid. Digamos que Ronda tuvo sus chances, incluso logrando tener a Holm contra las rejas, pero increíblemente buscó golpearla antes que controlarla y proyectarla, o mejor aún, forzar la guardia ahí mismo. La dejó escapar y se vio tan confundida y desencantada como lucía el Real Madrid en el clásico.

Real Madrid se llevó una paliza desmoralizante, el que había venido a sellar un mensaje de agresividad terminó desdibujado. Su presidente, Florentino Pérez, que al parecer logró imponer su alineación por lo político, fue menospreciado por los hinchas en el Santiago Bernabeu. Por su parte, Ronda Rousey, arrastrada en demasía por el arrogante personaje que se ha hecho de sí misma como publicidad, confundió el camino desde el mismo día del pesaje, en el que se encaró con la retadora y lució muy emocional. Aprendimos con ella que no basta con tener la actitud ni la postura agresiva para lograr una ventaja psicológica sobre el rival; debes ser inteligente, más listo que él. Así lo fue siempre Floyd Mayweather, por ello todavía puede florearse hasta este día de su invicto, mientras que Ronda se halla a sí misma en terreno desconocido, completamente vulnerable.

Nos ha recordado su derrota a la manera en que Wanderley Silva fue noqueado por primera vez peleando en Pride contra el zurdo Mirko Crocop, con una patada circular a la cabeza que lo dejó inconsciente en el centro del ring. Y la victoria del Barcelona nos ha rememorado otras incursiones certeras del mismo Barcelona en campo del Madrid, nos referimos a aquel 0-3, recital de Ronaldinho, o al 2-6 que orquestó Messi en complicidad de Etoó. Todas fueron victorias que preludiaban algo grande por venir. ¿Será la ocasión?

jorgelun11@