El maestro Eduardo Caba fue, sin duda alguna, uno de los más extraordinarios músicos bolivianos cuya obra en su verdadera dimensión estética debe ser reconocida y valorada por el pueblo boliviano. Para la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia presentar la investigación de Mariana Alanadia y Javier Parrado, que han dedicado buena parte de su vida a la recuperación de la obra de este singular compositor, a través de los bienes patrimoniales con los cuales cuenta el Archivo y Bibliotecas Nacionales de Bolivia, es una reparación histórica que pretende mostrar, para el presente y para el futuro, la calidad musical de unos de los grandes genios olvidados de la música nacional y, al mismo tiempo, rendirle un homenaje.

En una conferencia dictada a Gesta Bárbara, el maestro Caba afirma: “La música vernácular o autóctona es la expresión espontánea e intuitiva que nace respondiendo a estados anímicos o como interpretación del paisaje que ejerce un misterioso embrujo sobre los temperamentos de rica sensibilidad, y también bajo imperativos telúricos que definen de manera precisa, el lenguaje sonoro cuyas características son inconfundibles según las regiones geográficas, donde adquieren personalidad fácil de distinguir, siempre que estudiemos y analicemos su prosodia musical, porque la música señores, aunque os parezca extraño, es un lenguaje sonoro y como tal, expresa ideas y pensamientos. A este género de música pertenecen en nuestro país todas las producciones de los indios, que en realidad son ellos los únicos compositores intuitivos de motivos, que se definen por la pureza y sencillez de sus expresiones el primitivismo de la vena melódica y su profundo sentido emocional”.

Gracias a una maestría, musical tenemos composiciones excepcionales de las cuales debemos sentirnos orgullosos. Agradezco a Mariana Alandia y a Javier Parrado por este magnífico trabajo de rescate.

*Poeta y Presidente interino de la FCBCB.