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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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[CHENK´O TOTAL]

El Trencito

El Trencito



He compuesto una cancioncita apoyando a la campaña Evo Presidente. Se llama “El Trencito”. Una vez se la toqué a un metro de distancia al presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien había tenido una guitarra del gran luthier Hugo Chiliquinga paradita en su despacho del Palacio de Carondelet. Correa me preguntó por qué el trencito, le respondí que porque el trencito va uniendo a los pueblos y da mejores condiciones de vida a los más pobres. El trencito va hacia adelante llevando en su humito el mensaje de vida, el trencito del trabajo a la madrugada, de la alegría de la llegada, de los vagones familiares. -Ahh, como el de Eloy Alfaro, me dijo Rafael. -Sí, le dije, como Alfaro, Martí y Sandino. Como Evo. -Como usted, presidente, le dije, y me abrazó feliz.

Luego “El Trencito” sonó en la Cancillería ecuatoriana, en un almuerzo ofrecido por el canciller Patiño a quien le gusta cantar (y no toma ni un sorbo de vino). Era un almuerzo por la primera visita oficial del presidente Evo a Ecuador, en julio del 2013. Un grupo de cuatro músicos ecuatorianos y una churra cantante hacían música andina de fondo, tocaban bien sus charangos y quenas. De pronto, se para el canciller ecuatoriano, agarra el micrófono y dice: -Aquí hay un buen cantautor boliviano, qué pase a cantar para nosotros. Yo estaba al fondo, disciplinado funcionario de tercera, comiendo una sopita de pescado, y recién me di cuenta de que me convocaban cuando vino una señorita y me llevó al escenario. Entonces agarré la guitarra y el presidente Correa gritó: -¡El trencito!… En ese minuto le enseñé al charanguista los acordes, al percusionista le dije huayñito es, como el de “Rosuara” que tocaste hace un rato. Ya no pude con el de la quena. “Esta canción es para Evo presidente, se llama ‘El Trencito”, anuncié. Evo, con su entrañable humildad, miró al piso sonriendo como llockallita y eso me dio más fuerza todavía. “El Trencito” sonó muy bien, como si hubiéramos ensayado, che. El de la quena le agarró con zampoña más y la guapa corista guayaquileña aportó moviendo las caderas en el estribillo: “trencito, trencito, trencito, trencito, lucha por la gente, trencito, trencito, Evo presidente”. Luego, súbitamente se acabó el asunto y en el pasillo, entre granaderos y lanzas, el presidente Evo me sonrió, y dijo: -Ya tenemos canción para la campaña, Papirri. -Ya, jefe, le dije mirando también al piso como llockallita moco tendido.

La cancioncita nombra en tres minutos unos 20 logros del Gobierno del presidente Morales. Empieza así: “En Bolivia ya no hay nadie que es analfabeto, las reservas han crecido, Entel ya es nuestro/ las autonomías, ya ves, son para la gente/ y hasta las tarifas, guaguay, han bajado fuerte/ con Juancito Pinto, ya ves, estudio y trabajo/ el yankee se ha ido, go home, dignidad carajo”.

Entonces viene el estribillo. Luego sigue: “en Bolivia ya no hay nadies que sea esclavo/ latifundio, gamonales ya se han acabado/ el petróleo es nuestro, ya ves , bono p’al abuelo/ tiemblan los racistas, jajay, vuelven los mineros/ en pocos añitos, ya ves, Evo con su pueblo/ han cambiado todo, jajay ,si parece un sueño” (Estribillo). Y termina: “ahora somos nueva era con las carreteras/ aeropuertos y la industria que también es nuestra/ satélite y Dakar, jajay, teleférico más/ y para mi pueblo quiero: trencito, trencito, trencito, trencito lucha por la gente, trencito, trencito, Evo presidente”.

La canción tiene una linda versión del grupo Wiñay Cayambis, hermanos de la comunidad Pijal de Otavalo, con las bellas voces indígenas de Laura Cabascango y Martita Choloquinga, y con una fuerza terrenal notable de acordeones, quenas y mandolinas. La versión boliviana la grabé en febrero. Saqué tres días a cuenta de vacación desde el Miércoles de Ceniza, y me fui a grabar a Bolivia el tema junto a mis fraternos del grupo Kollamarka que parece están tocando la canción bien bonito en los actos de la campaña.

Que sea pues esta canción además un homenaje a mi abuelo paterno, mi doble tocayo Manuel Monroy Villagra, nacido en Antofagasta en 1878 (cuando el territorio era de Bolivia), que no quiso cambiarse de patria y decidió radicarse en Viacha trabajando como técnico de locomotoras en el trencito, hasta su muerte.

Y que Evo y Álvaro la canten agarrándose de la cintura, como trencito siempre, recuperando la simpleza del niño que nunca debemos olvidar, celebrando con alegría y sencillez un nuevo triunfo de la Revolución boliviana gracias al apoyo firme de los pasajeros del trencito.

Usted puede ver el videoclip de la canción en www.youtube.com/watch?v=UzlU6stokWc.

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*El Papirri, personaje de la Pérez, también es el cantautor paceño Manuel Monroy Chazarreta.

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