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SOBRE EL TABURETE: COCINA GRÁFICA, AUTORAS DEL PREMIADO LIBRO-ÁLBUM VOLTEA

Diseño gráfico de cocina casera

Diseño gráfico de cocina casera



El Espacio Simón I Patiño, Plural Editores y el Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño efectuaron recientemente, en Cochabamba y Santa Cruz, la presentación del libro-álbum ganador del concurso que el Espacio Simón I. Patiño de la ciudad de La Paz lanzó en 2013. Voltea, de Ada Esquirol, Marianna Dotzauer y Gabriel Iriarte es un cuento para niños que plantea el tema de la vejez. Habla de cómo se sienten los viejos cuando sus pasos se hacen lentos, pero también cómo los viejos todavía pueden recordar lo que es ser niño. Publicamos una entrevista realizada con las dos autoras del trabajo, responsables también de la empresa de diseño gráfico El Taburete.

Leonardo de la Torre Ávila

Creía que la charla se desarrollaría en una oficina, pero ellas me pidieron que pasara a la cocina. Mariana Dotzauer Gumucio y Ada Esquirol Ríos ya tienen la confianza de muchos clientes dentro y fuera de Bolivia, quizá porque su empresa no ofrece solamente servicios en diseño gráfico. En una nueva etapa, El Taburete profundiza su apuesta para seguir jugando con esencias, como en las cocinas de toda la vida.

-Aquí estamos. Hoy es 15. No, 12… ¿O 13, más o menos? 12 de mayo debe de ser.

Ada: (Ríe) ¡A nosotras nos preguntas!

-Bueno, empecemos. Primera pregunta. Ustedes definen a su “taburete” como sencillo, portátil, hecho a mano. Eso nadie puede discutirlo. Pero, también escogen adjetivos que proyectan aspiración, y definen al mismo taburete como honesto, entrañable, confiable. En resumen, ¿su taburete se conforma con ser sencillo y pequeño o busca darse un nuevo lugar?

Ada: Ambas, como has dicho. El taburete es sencillo pero al mismo tiempo te subes a él para hacer cositas con cariño. Y, en general, las cosas que haces con cariño salen bien.

Marianna: No tenemos más que ofrecer que lo que somos. Al ser algo personal, es importante el proyecto que hacemos, sea cual sea. También lo elegimos, ¿no? Nos gusta comprometernos con personas apasionadas, nos gusta enamorarnos del proyecto, cuidarlo y trabajarlo como nuestro.

Ada (Mientras me sirve el mate que pedí): Para eso necesitamos que a la otra persona también le guste su proyecto, que el dinero que gana sea una consecuencia de un sueño que tiene y no su objetivo, esto movido por una pasión que lo mueve. Entonces buscamos conectar con esta gente apasionada para crear imágenes a partir de esa pasión, aumentando nuestro granito.

-Entonces ustedes están jugando a ser lo más honestas que puedan…

Ada: Sí, siempre nos la jugamos. Queremos estar involucradas realmente en cada proyecto, para eso necesitamos dedicarnos de verdad, entonces sí, siempre vamos a seguir buscando nuestro lugar, un lugar sin lugar.

A los clientes en la cocina

-Ustedes han hecho diseños para puertas en Suecia (Polar Dörren, The art of dor), gráfica para bicicletas españolas, además de haber diseñado productos diversos para IMO, el Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño, firmas de abogados, empresas constructoras… En fin, quisiera saber cómo trabajan para las instituciones que les piden sus servicios.

Marianna: La primera parte es ir y escuchar: qué se ha hecho, qué sienten, qué necesitan, quiénes son, cómo empezaron, qué quieren comunicar, escuchar, escuchar. Vivimos un momento de saturación de imágenes y de cosas repetidas, es un bombardeo de competencia por llamar la atención. Ser diferente es muy difícil, así que más que buscar qué hacer para impresionar, preferimos profundizar esa cosita, esa palabrita, el concepto, la esencia. Y nos damos un tiempo, unos días en los que estamos conectadas a esa idea y empezamos a buscar y buscar, hasta que llegamos a preguntarnos: “¿Y por qué no?”. Nos gusta ser osadas, pero el objetivo de lograr cosas raras y diferentes nunca está delante, siempre es una consecuencia de un trabajo emocionante, de ida y vuelta con el cliente. Le presentamos tres propuestas, una más normal y otras dos más arriesgadas, pero hasta el día de hoy casi todos los clientes han conectado con nuestra locura.

Ada: El objetivo que tenemos es crear imágenes esenciales. ¿Qué significa eso? Que vienen de la esencia de la empresa, de la esencia de la persona, que salen desde bien adentro. Y esas imágenes además llegan al público, llegan más allá del ojo. Un aceite esencial es mucho más denso, más fuerte, más concentrado, ¿no es cierto? Con las empresas grandes también se puede hacer lo mismo porque, si te das cuenta, las empresas por muy grandes que sean, siempre han empezado con alguien que quería hacer algo. Incluso detrás de esas puertas que mencionabas ha habido una persona primera que tenía una cosa purita, esencial: No quiero hacer puertas para ganar plata, quiero hacer puertas con estilo para provocar un pequeño cambio en la realidad sueca. Siempre hay un punto esencial del cual te puedes agarrar, no importa qué empresa sea siempre hacemos el mismo trabajo.

Marianna: Buscamos llegar a imágenes que conversen contigo, que te interpelen, te pregunten, que no solamente te griten. No es la oferta “Pague tres, lleve dos”, ni la tipa en tetas que te dice “Cómprate este auto”.

-Hay un segundo grupo de clientes cuyos productos demuestran que ustedes y ellos han volado todavía más. Viendo esos trabajos podemos preguntarnos: “Estas chicas de El Taburete, ¿son empresa, son artistas? ¿Qué son realmente?

Ada: Siempre he creído que los mejores artes dependen mucho del cliente, de un cliente que ya esté en un vuelo y tenga la confianza suficiente. Con la Fundación Patiño Santa Cruz, por ejemplo, eso es lo que nos pasa, confían en nosotras y el resultado siempre es bueno para ambas partes. Los que se arriesgan a saltar salen ganando. Respecto a lo que somos… quizás ahora lo tenemos un poco más claro pero nunca sabremos realmente.

Marianna: No somos una empresa, no somos un colectivo, no somos una institución, no somos un dúo. Somos una cocina gráfica, eso somos. ¿Y por qué la cocina? Para empezar, porque es el lugar de los taburetes y porque lo que hacemos ahí es cocinar proyectos. Cocinamos, experimentamos, saboreamos. Nos gusta jugar con temperaturas, olores, ruidos y conversaciones. La cocina es la sala de reuniones, el lugar de encuentro. De ahí salen las cosas “caceras”, de uno, del alma.

Ada: Cuántas charlas hemos tenido en las cocinas. Nos gusta traer a nuestros clientes a la cocina, invitarles un matecito de menta y charlar con ellos como amigos para encontrar su esencia.

Voltéa

-Basta con mirar algunos de sus proyectos artísticos para comprobar que ustedes tienen dos obsesiones formales, la tipografía y la ilustración…

Ada: Conocer un poco más de tipografía te da la libertad de elegir la letra que dice exactamente lo que tú quieres decir. No es algo utilitario si no algo que también comunica. Y, por otra parte, ahora lo que más nos apasiona es la ilustración. Estamos experimentando, aprendiendo y usándola más. Queremos dedicarnos a hacer libros-álbum, libros de cuentos ilustrados para niños y adultos.

Marianna: Tenemos ganas de decir muchas cosas que hemos ido explorando con nuestras maternidades, nuestros caminares y con nuestras vidas personales. La ilustración es el área que nos lo permite. La ilustración es el campo en el que podemos traducir nuestra esencia.

-Ya tienen un proyecto especial. Voltea (libro-álbum recientemente reconocido con un premio nacional) trae una metáfora universal sin edades, una metáfora de todo lo que hemos charlado: un giro puede sacarnos del mundo de los adultos y llevarnos al mundo en el que los niños buscan jugando qué hacer para ser felices…

Marianna: Eso es lo lindo, por eso hemos descubierto que queremos entrar a la ilustración. El Taburete ha dado un volterete con este cuento. Para nosotras y para Gabriel (Gabriel Iriarte, autor del texto) la historia ha sido la proyección de un mundo interior que quiere hablar y dar un volterete, dos, tres, cuatro volteretes.

Ada: El cuento también habla de estos “no puedo”, del por qué no estoy pudiendo crear, del por qué tengo tantos miedos de hacer cosas nuevas, por qué tengo frenos para mostrarme tal cual soy, para mostrar lo que quiero ser o lo que quiero hacer.

Marianna: Porque siempre “no se puede”, ¿no? Nunca hay tiempo, hay que ganar plata, no sé qué, no se puede…

Ada: Entonces una vez más esto que siempre nos acompaña, el “y por qué no”. Y bueno, por qué no, el viejo da el volterete. Cuando tú vas buscando y buscando algo llega un momento en el que lo encuentras en el lugar y en el momento en que no estabas buscando. Y aparece algo que ni siquiera era lo que estabas buscando, sino algo absolutamente nuevo y genial, ¿no? Nosotras no estábamos buscando definirnos y, de repente, ¡chin!, queremos hacer ilustración y libros-álbum para niños y para grandes.

Marianna: Tiene más que ver con habernos puesto en un estado de: “¡Ya! ¡Que llegue!”.

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