EL MÉDICO TRADICIONAL CARLOS PRADO UTILIZA PLANTAS MEDICINALES, MINERALES Y ANIMALES PARA DIAGNOSTICAR Y CURAR A SUS PACIENTES QUE PADECEN ESPECIALMENTE MALES DEL ESPÍRITU.
El jampiri usa la naturaleza para devolver el equilibrio a la persona
Restablecer la armonía del cuerpo y del espíritu es el objetivo principal del jampiri (médico tradicional quechua), y para eso utiliza todos los elementos de la naturaleza: plantas medicinales, minerales y animales.
Carlos Prado es uno de los jampiris que ejerce la medicina tradicional en Cochabamba. Aprendió de sus padres y abuelos, desde que tenía cuatro años.
El jampiri quechua es el médico herbolario que por tradición se dedica a restablecer el equilibrio, la salud del cuerpo y del espíritu y no solamente de la parte física.
Los médicos tradicionales realizan también ceremonias rituales en las que no necesariamente utilizan plantas medicinales, sino también otros elementos.
APRENDIZAJE
Prado explica que hay tres formas de aprender la medicina tradicional. La primera es cuando en la familia hay un médico tradicional y este enseña a los hijos y nietos esta práctica. El niño mira a sus padres o abuelos y aprende.
Otro camino es, si el niño no tiene un familiar que sea médico tradicional, estar bajo la tutela de un maestro, una persona que le enseñe estas artes, “pero eso parte de la vocación de cada uno. No cualquiera puede ser médico tradicional”.
Una tercera forma de convertirse en médico tradicional es cuando una persona sobrevive a la caída de un rayo.
El yatiri, por ejemplo, comienza su carrera, a practicar la medicina tradicional, tras sobrevivir a la caída de un rayo, confirma Prado. Esta persona adquiere poderes sobrenaturales. Sus sentidos se hacen más sensibles y es capaz de ver el pasado, el presente y el futuro. “Puede tener premoniciones y tiene una sensibilidad bastante fuerte”.
En algunas tribus amazónicas, afirma Prado, los nativos toman una planta, la ayahuasca, que les permite ampliar su campo sensorial.
Un chamán del Amazonas le aseguró que cuando tomaba esta planta podía escuchar hasta cómo caminaban las hormigas.
DIAGNÓSTICO
Para diagnosticar los males físicos y los del espíritu, el jampiri Prado utiliza diferentes métodos. El punto de partida es la observación mediante la hoja de coca.
Otro método de diagnóstico es presionar la vena del antebrazo de la persona para ver de qué dolencia padece.
Asimismo, los jampiris utilizan el denominado rapé, que es un polvo producto de la molienda de plantas medicinales.
Para diagnosticar el estado de salud de la persona que consulta, el jampiri agarra el rapé y lo hace respirar al paciente.
Si la persona responde en 30 segundos a la acción del rapé, es decir si estornuda después de aspirar el polvo, significa que su mal, si padece alguno, puede tener remedio.
Pero cuando no hay respuesta alguna del paciente, es decir, no estornuda tras aspirar el rapé, su mal no tiene remedio e incluso puede morir.
Prado atendió a una persona a la cual hizo respirar al menos 10 veces el rapé de plantas medicinales y en ninguna de ellas obtuvo respuesta.
El paciente falleció a los tres días, recuerda Prado.
En cambio, si la persona tiene su ánimo y energía en buenas condiciones, estornuda en 30 segundos.
Otra forma de diagnosticar los males de las personas es mediante el millo (mineral), con el cual se frota el cuerpo del paciente y después se quema.
El millo se transforma y adquiere formas. El jampiri o médico tradicional se puede percatar si la persona que consulta ha sufrido algún “susto”, problema físico o de su espíritu.
EN LA AMAZONÍA
Prado explica que en la Amazonía, los médicos chamanes tienen formas avanzadas para diagnosticar los males de las personas, por medio de plantas medicinales determinadas para obtener también respuestas específicas.
Cuando una persona toma una determinada planta, la respuesta llega en aproximadamente 30 minutos o una hora, como máximo. Prado explica que el paciente siente dolor en el sector del organismo que padece alguna enfermedad. De esta manera, el chamán descubre si la persona está mal del hígado, riñón, estómago, próstata o el corazón.
TRATAMIENTO
Para devolver el equilibrio al paciente y recuperar su espíritu, los médicos tradicionales utilizan una técnica ancestral llamada pichara.
Esta técnica ancestral utiliza todos los recursos disponibles para restablecer la salud de las personas, calor, frío, sonidos y olores.
En la Amazonía, las tribus amazónicas, por ejemplo, utilizan el pez volador que está hecho de una madera dura.
El chamán hace girar rápidamente el pez volador sobre el paciente que está echado en el piso. Prado explica que el fuerte zumbido que produce cura al paciente.
Curandero recibe un atado de herencia
Los curanderos, que reciben los conocimientos de sus padres o abuelos, heredan también un atado en el que guardan sus amuletos.
A medida que pasa el tiempo, el médico tradicional añade elementos que considera importantes para canalizar la energía y poder curar más fácil y rápidamente a sus pacientes.
Andinos manejan cuatro principios
La cosmovisión andina maneja cuatro principios. El primero, todo está relacionado en el universo; segundo, la bipolaridad, los opuestos complementarios (vida y muerte).
Tercero, el animismo, todo en la naturaleza tiene espíritu (energía).
El cuarto principio es la reciprocidad. Para curar, hay que aplicar los cuatro principios.