Timaron a emigrantes de EEUU, a familias, a militares y a un colegio
Bolivianos y bolivianas que habían regresado de los Estados Unidos al país cayeron en el cuento del tío. Familias enteras como hijos, hermanos, tíos, primos y cuñados también apostaron miles de dólares.
En la lista hay también jefes militares vinculados a puestos de mando y un prestigioso colegio de la ciudad de La Paz que invirtió $us 1 millón en el supuesto negocio.
El poder que tiene la palabra fue fundamental para convencer a las víctimas para hacer inversiones millonarias en Tierra Dulce. José Humberto P. G., el principal promotor y cabecilla de la red criminal, era carismático, mostraba mucha personalidad y ostentaba un perfil empresarial de “alto vuelo”.
Así describen al timador las personas embaucadas por la empresa y perdieron, en muchos de los casos, los ahorros de toda la vida.
“El año 2013, llegó un colega de la institución a conversar personalmente y me explicó cómo y bajo qué condiciones estaba ganando mucho dinero”, relató a OPINIÓN un jefe militar con grado de General del Ejército en servicio activo.
Para evitar vergüenza ajena y prevenir cualquier tipo de represalia institucional, el alto jefe militar solicitó mantener en reserva su identidad.
De filas de una de las principales guarniciones militares del Ejército, el general reveló: “casi me convencen y pongo dinero en la empresa”.
¿Qué impidió que no lo haga?, preguntó este periódico.
“Una deuda que tengo con el banco por la compra de un inmueble”, respondió.
De no haber existido un impedimento financiero por medio “hubiera aceptado la propuesta e invertido parte de mis ahorros de vida en la empresa”, confesó.
¿Preguntó al colega que le invitó a participar de la empresa, cómo se encuentra ahora?, es la interrogante para el general.
“Hay más de uno con serios problemas en la institución. Comprenderá que para muchos el capital que invirtieron terminó dejándoles en la calle”, respondió.
Al igual que el jefe militar, otros oficiales con grado de coronel e incluso de rangos inferiores, también fueron apalabrados, personalmente, para ingresar con capital a la empresa y más de uno, cayó en la trampa.
La abogada Verónica Bascopé, que defiende a al menos 300 de los más cereca de mil estafados, informó, que la red nació “en el círculo militar y llegó a oídos de altos jefes castrenses” del Estado.
También otros militares, pero del servicio pasivo de las FFAA, fueron timados.
“No solo es del Ejército, sino también de la Armada y la Fuerza Aérea”, denunció.
PREMIOS POR RECLUTAR
Un jefe militar, que por el grado de influencia que tenía en la institución castrense, se dedicó exclusivamente a reclutar inversionistas.
El motivo de jugar el rol de “reclutador” era único. Por cada inversionista que llevaba cualquiera de las víctimas en la empresa Tierra Dulce “recibían de premio mil dólares”, dijo Bascopé. El jefe militar que dedicó su tiempo a reclutar nuevos socios para la empresa “logró conseguir 11 inversionistas con lo que ganó, solo por eso, 11 mil dólares”, agregó.
Un hecho particular en este caso es que el militar que desplegó actividades para capturar socios para la empresa “reclamó el pago total del dinero a los cabecillas de la red porque el efectivo lo utilizaba para cancelar el tratamiento médico para cáncer de un familiar”, subrayó Bascopé.
EMIGRANTES
En la lista de afectados también se hallan personas emigrantes que habían regresado hace tres años de los Estados Unidos a Bolivia.
“Entre las víctimas existen bolivianas y bolivianos que invirtieron hasta 100 mil dólares en Tierra Dulce convencidos que era una negocio seguro y de retorno monumental de fondos”, comentó una de las víctimas.
Los emigrantes relataron que tuvieron que trabajar por muchos años en el exterior en múltiples actividades. “Es el resultado de mi sacrificio y el de mi familia que se quedó en Bolivia y tuvo que padecer hambre y necesidades mientras yo estaba lejos. Creí que sería una inversión segura y di mi aporte”, relató un padre de familia que prefirió que no se divulgue su nombre.
FAMILIA
Varias personas cayeron en la red después que una hermana y cuñado las convencieron de las bondades del negocio y los suculentos intereses que recibían, señalan los testimonios de las víctimas que ahora iniciaron proceso penal a los cabecillas.
COLEGIO
Un prestigioso colegio privado de la ciudad de La Paz también cayó en la estafa.
Varios padres de familia “invirtieron en conjunto un millón de dólares”, dijo una de las víctimas.
DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
2010
Fue el año que más operó la red criminal en esferas de alto poder económico en el Estado.
Llegaron hasta los círculos castrenses más selectos.
Marzo de 2015.
La red criminal siguió operando en el Estado hasta marzo de este año.
Víctimas.
Entre las víctimas que hoy reclaman justicia se hallan personas que depositaron dinero en diciembre.