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ANÁLISIS

Teoría del Ciclo: Caídas de las Bolsas Mundiales

Teoría del Ciclo: Caídas de las Bolsas Mundiales



El 24 de agosto marcó el inicio de una semana negra en la historia, Shanghai había perdido un 8.49 por ciento el lunes y un 7 por ciento el martes, los temores a la ralentización económica de China han hundido los índices bursátiles asiáticos y mundiales. El Gobierno chino ha tomado diversas medidas económicas en los últimos días para tranquilizar a los mercados y mejorar las perspectivas de su PIB. De acuerdo a las previsiones del FMI, la economía china crecerá este año 6.8 por ciento y un 6.3 por ciento en el 2016, no obstante de ser un porcentaje muy elevado comparado con los que registran economías occidentales, significa una ralentización respecto a las previsiones anteriores y, sobre todo a los crecimientos en los últimos años: 7.4 por ciento en el 2014 y 7.7 por ciento en el 2015. China, ante esta desaceleración, devaluó el yuan cerca de un 5 por ciento y ha justificado sus movimientos asegurando que quiere dejar que el mercado fije libremente el cambio del yuan, ergo, pretende que su moneda pueda equipararse al dólar de EEUU, la libra británica, el euro y el yen, monedas consideradas reserva por el FMI y que son usadas como refugio de los inversores.

Surge la interrogante: si existe el riesgo de una guerra de divisas, ésta se da cuando varios países compiten entre sí para mantener su divisa artificialmente baja. Una divisa barata favorece las exportaciones, lo que tiene efectos positivos sobre la industria y el empleo, aunque empobrece a los ciudadanos y lastra el consumo interno. Los bancos centrales de los países pueden usar la devaluación competitiva como un poderoso instrumento para luchar contra la recesión. El movimiento de China ha arrastrado, a su vez, a las divisas de sus principales socios comerciales. Así, el servicio de análisis de Barclays ha alertado de que en los próximos meses se podrían dar movimientos similares al de China en Tailandia, Corea, Taiwán o Malasia. Una guerra de divisas acarrea efectos negativos sobre la economía mundial porque hunde los precios de materias primas y de bienes de consumo durante un periodo de tiempo prolongado.

La caída de la Bolsa china se fue moderando a mediados de esta semana y al 27 de agosto subió la misma a un 5.34 por ciento , después de haber perdido un 23 por ciento durante los últimos cinco días, desplome que conmocionó a los mercados globales y obligado al autoritario régimen de Pekín a tomar una serie de drásticas medidas, como inyectar miles de millones de dinero público y recortar los tipos de interés para frenar su hundimiento que se halla también preocupado por la celebración el próximo 3 de septiembre de un gran desfile militar por su victoria sobre Japón en la II Guerra Mundial, a efectos de que no se vea eclipsado por el desplome de la Bolsa que ha barrido del mercado 5 billones de dólares. El reciente repunte de la Bolsa china, contribuyó al alza de Wall Street, cuyo índice principal, el Dow Jones, también se disparó en la última hora de negociaciones y acabó con su mayor subida en casi cuatro años: 3.95 por ciento del cual se contagió positivamente el índice Hang Seng de Hong Kong que presentó unas ganancias del 3.6 por ciento , mientras que el Nikkei de Tokio se elevó un 1.09 por ciento .

A la fecha, el Banco Popular de China, se está preparando para inundar a fines del mes de agosto o primeros días del mes de septiembre en el sistema bancario chino, una nueva ronda de liquidez de hasta 90.000 millones de euros destinada a impulsar el crédito, la nueva medida, liberaría 678.000 millones de yuanes, unos 106.200 millones de dólares, para que los bancos presten. Es pertinente recordar que, durante la mayor parte de la última década, el Banco Central de China vendió yuanes y compró dólares para moderar la velocidad de apreciación del yuan, lo que explica las fortalecidas reservas de dólares, además de euros y yenes que les permiten seguir comprando en el exterior las materias primas que necesita, como el petróleo y minerales básicos. Por otra parte, la tasa de ahorro de China, es prácticamente la más elevada del mundo por una cuestión sobre todo cultural de la población, el ahorro de hogares, Gobierno y empresas supera un 51 por ciento del PIB chino frente al 17 por ciento del de EEUU.

Ahora está por verse cuánto dura este rebote, ya que la Bolsa china había subido un 150 por ciento desde el año pasado y su burbuja empezó a deshincharse en junio. Los autores de la «teoría del ciclo» alertan de un nuevo derrumbe financiero mundial que se originaría a partir del próximo octubre, este aserto tiene su base en cálculos matemáticos, este modelo económico defiende que alrededor de cada 8.6 años se produce una debacle bursátil inherente al sistema capitalista. El padre de esta teoría, el economista Martin Armstrong, sostiene que la crisis provendrá de los gobiernos y que pasará de la política a la economía para producir un colapso en el mercado de bonos de deuda. Por su parte, el economista Larry Edelson habla de un colapso de la solvencia de los gobiernos y del desplome del sistema financiero japonés.

La «teoría del ciclo» vuelve a estar de actualidad con las últimas caídas de las Bolsas mundiales contagiadas por las pérdidas de los mercados asiáticos. La caída de la Bolsa china se ha contagiado a Japón, a las plazas europeas y Wall Street. Los expertos financieros debaten ahora si el derrumbe de los últimos días en las bolsas mundiales supone la antesala de un nuevo crac económico o forma parte de un proceso de corrección de la burbuja bursátil que se ha creado en China. Por lo expuesto, las dudas sobre la situación real de la economía china, la segunda del mundo y la volatilidad de sus mercados erosionó la confianza de los inversores y ha precipitado drásticas caídas en las bolsas mundiales en los últimos días, impactando también en los índices bursátiles de Latinoamérica que tienen en China su principal comprador conforme registran las Bolsas de Valores de Sao Paulo (Bovespa), Buenos Aires (Merval), destino principal de las exportaciones brasileñas y argentinas y a las que también no son ajenas a este impacto las exportaciones de Chile y Perú.