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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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ANÁLISIS

Cuidar la ciudad

Cuidar la ciudad


Cuidar la ciudad es el título de este artículo porque a partir de ahora los próximos versarán sobre los diferentes problemas que tiene nuestra ciudad y la importancia del cuidado.

La economía del cuidado como afirmamos en el anterior artículo difundido en este espacio, se refiere a cuidar la vida, cuidar tanto la vida de las personas, como cuidar nuestra naturaleza. La economía del cuidado, propone poner el cariño y el amor hacia las personas y hacia nuestro medio ambiente, hacia nuestra Madre Tierra.

El territorio que abraza a las personas y al medio ambiente es la ciudad, es la Llajta, es ese hogar más grande, ese que acoge las actividades, los sueños y las perspectivas futuras de la población. La ciudad es la que acoge los encuentros, el convivir juntos en comunidad, entonces, respetar su historia y su identidad, darle afecto y cuidarla es una obligación.

Pero, ¿cuál es la realidad? ¿Hay una actitud de agresión permanente hacia la ciudad, y hacia las personas que la habitan? Es ya sabido por todas y todos que tenemos una ciudad muy contaminada, a propósito de la noche de San Juan, Cochabamba es la tercera ciudad más contaminada de Sudamérica. ¿Y cuáles son las causas? se permite que miles de automóviles circulen sin cumplir los requisitos de control de los gases contaminantes emitidos, se permite la circulación de movilidades muy viejas, que en otros países ya estarían en el cementerio de chatarras, se permite que cada día se incremente el número del parque automotor. Pero las movilidades no solo producen contaminación atmosférica, también generan contaminación acústica por el uso excesivo de las bocinas y por el ruido que provocan sus motores, también son responsables del congestionamiento en las vías, causado por la terquedad de los conductores de entrar al centro de la ciudad, un ejemplo de esto son las demandas de ARAMCO (Asociación de taxis, radio taxis y radio móviles), que no quiere ser parte de la restricción vehicular.

La congestión vehicular es una amenaza para la gente que transita por las calles y en particular para las personas de la tercera edad, y para las mujeres que llevan a sus hijos a las escuelas. Sumado a todo lo anterior, debemos afirmar que los conductores del transporte público tanto federado como libre, no tratan con respeto a sus clientes, los usuarios del transporte, y menos respetan las tarifas, especialmente las tarifas diferenciadas para adultos mayores y para estudiantes. Estas organizaciones tienen como principal instrumento de presión, en el momento menos esperado, el bloqueo de las calles y avenidas y el paro del servicio. Esta acción es un atentando contra el derecho de los y las ciudadanas a la libre circulación y a tener un servicio de transporte público de calidad. Lo más preocupante es que no hay quién le ponga el cascabel al gato, y peor si consideramos los compromisos que los políticos han asumido con éstas organizaciones que los amarra de pies y manos para buscar salidas dialogadas antes que hechos perjudiciales.

Otro causante de la contaminación, es el uso de sistemas anticuados de las ladrilleras para la quema de sus productos, que si bien éstas, se constituyen en un sector productivo, como pocos que quedan en Cochabamba, la introducción del uso del gas para la quema, que es menos contaminante, tarda mucho en aplicarse.

En las esquinas los semáforos no están diseñados para la gente y para cruzar las calles, se tiene que torear a las movilidades que seguro no paran, como en otras ciudades del mundo, cuando las personas están en estos afanes. La luz amarilla de estos aparatos, no está calculada para dar el tiempo suficiente para que las personas puedan pasar de un lado a otro, es una forma más de afirmar que la ciudad tiene a su beneficiario principal al automóvil y no a las personas.

Un problema permanente, es el cierre de las vías sin previo aviso, aun sean estas principales avenidas, ya sea para reparar los huecos, que son muchos, para reparar una alcantarilla nauseabunda, para realizar alguna instalación privada o pública o para el ensayo del baile de alguna fraternidad. ¿No se podrá programar estos cierres en horas que no perjudiquen a las y los pobladores?, ¿no sería mejor que la población esté informada mediante la prensa en relación a las calles que estarán cerradas para tomar otras vías alternas?

Entonces, lo que propongo es Cuidar la Ciudad, y cuidar la tranquilidad y la armonía de las personas con su entorno, así se puede contribuir a mejorar la estabilidad y la salud emocional de todas y todos los que habitamos Cochabamba.

Solucionar estos problemas que parecen pequeños, pero que sumados se constituyen en vitales para el Vivir Bien en la ciudad, debiera ser una de las prioridades tanto de las autoridades municipales, como de la población. De esta manera tendremos una ciudad cuidada y que Cuida la Vida en todas sus dimensiones.