En el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y el Gobierno se admite como un “gran tropiezo” perder bastiones y símbolos políticos como el departamento de La Paz, además los municipios de El Alto y Cochabamba. Ante este nuevo escenario se plantea mejorar la metodología de elección de candidatos para filtrar la corrupción y las farras en las que se definen nombres, medir apoyo y evitar las “inmaduras” pugnas internas.

Estas son algunas de las propuestas que plantea el presidente de la Comisión de Planificación en Diputados, Javier Eduardo Zavaleta López, quien acompaña al proceso de cambio en el Legislativo desde 2006. Primero participó en alianza con el Movimiento Sin Miedo (MSM) de Juan del Granado y luego hace su pase oficial al MAS.

El declarado izquierdista, en entrevista con OPINIÓN en su oficina en Diputados, asume una posición crítica de los resultados electorales, pero también destaca virtudes del partido gobiernista al que considera el “más grande e importante” de la historia de Bolivia.

Según Zavaleta, el liderazgo del presidente Evo Morales “está para más allá de 2025”, sin embargo admite que hay cuestiones constitucionales que deben salvarse.

AMPLITUD El diputado considera al MAS un partido de izquierda, popular y comunitario que le da amplitud para admitir a gente de derecha y de otras tendencias políticas. Zavaleta reconoce que si tuvieran que excluir los que alguna vez tuvieron que ver con la derecha, el MAS tendría la mitad de los militantes con los que cuenta en la actualidad.

En resumen, Zavaleta asegura que las recientes elecciones regionales para el MAS fueron “exitosas” porque la agrupación salió nuevamente victoriosa. El 29 de marzo, en los comicios subnacionales, el MAS ratificó su vigencia política y fundamentalmente no le afectaron los 10 años de gestión que a un Gobierno y partido siempre tienden a desgastarlo.

P.- ¿En qué circunstancias llega a dedicarse a la política?

R.- Vengo trabajando en política desde la universidad. Fui dirigente de la Federación Universitaria Local de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en el año 90 y a partir de eso me proyecto en política nacional. Con Juan del Granado, en un primer momento, el año 2005 se hace una alianza con el MAS porque coincidimos que Evo Morales era la única opción seria para sacar adelante el país. Desde ahí que me impulsan a ser asambleísta el año 2006 por el MAS y continuo en estas funciones desde entonces.

P.- ¿Qué le ha motivado dejar el MSM y pasar al MAS?

R.- El Movimiento Sin Miedo pierde el norte y se aleja de la voluntad popular que apuesta por un gobierno de izquierda. Juan del Granado pretendió construir otra alternativa que fracasa hasta hacer desaparecer su partido.

P.- ¿Luis Revilla se lanza con otra alternativa y gana en La Paz?

R.- Después de Juan del Granado, ahora vemos a Luis Revilla, quien termina siendo la derecha de la ciudad de La Paz. Los dirigentes del MSM rompen la alianza con el MAS y deciden alinearse a la derecha, por eso desapareció el MSM, por ser personalistas, carentes de ideología. Desde la Asamblea continué solo con la alianza para apoyar el proceso de cambio.

P.- ¿Su apoyo al MAS es por principios ideológicos?

R.- Desde que comencé a hacer política en la universidad he levantado las banderas de la izquierda porque Bolivia requiere de un salto cualitativo enorme respecto a las políticas públicas, lucha contra la pobreza, igualdad, redistribución de la riqueza y eso se hace posible desde la izquierda. En cambio la derecha comulga con el neoliberalismo.

P.- ¿Con qué ideología identifica al MAS, cuando vemos que se sumaron opositores, derechistas y de otros sectores incluso sin principios ideológicos?

R.- La presencia de actores y personajes de la derecha y de otras tendencias en el MAS siempre se ha manifestado. Ni las elecciones de octubre de 2014 ni en las subnacionales de marzo han sido las excepciones. El MAS tiene una cualidad que lo hace sólido sin influencias de tendencias contrarias a la izquierda. Primero es el fuerte liderazgo de Evo Morales y por más candidatos de la derecha que ingresen a diferentes espacios postulados por el MAS, eso no influye en el principio ideológico.

P.- ¿Cree que es necesario trabajar con gente de derecha dentro del MAS?

R.- El hecho de que se sumen al proyecto del proceso de cambio contribuye al desarrollo del país. Por el contrario, si excluyéramos a todos los que alguna vez tuvieron que ver con la derecha, el MAS quedaría en la mitad de lo que es hoy.

El MAS es un partido de izquierda, popular y comunitario.

P.- ¿Para habilitarse como candidato tuvo que jurar al MAS?

R.- No ha sido una obligación ni requisito indispensable, pero por mi principio político e ideológico, fui uno de los primeros en inscribirme en el proceso reinscripción del MAS.

P.- ¿Fue un fracaso para el MAS el haber perdido plazas importantes en las elecciones subnacionales?

R.- Más que fracaso ha sido un gran tropiezo y una llamada de atención sobre temas que no hemos resuelto a tiempo o los hemos resuelto mal. Hay que hacer una evaluación más profunda aún. Tenemos que poner especial atención a plazas importantes por los tropiezos que enfrentamos en el departamento de La Paz y en las ciudades de El Alto, de Cochabamba y de Cobija.

P.- ¿En resumen cuál es la evaluación de estas elecciones regionales?

R.- En líneas generales, las elecciones departamentales y municipales han sido otro éxito para el MAS porque se ha crecido en el número de municipios, se han mantenido las gobernaciones, no las mismas, pero en cantidad sí.

P.- ¿Por qué un éxito?

R.- Decimos un éxito porque contextualizamos el resultado en 10 años de gestión, porque un Gobierno y partido siempre tiene la tendencia al desgaste, pero el MAS sigue creciendo en votos comparativamente, entre las elecciones presidenciales y los comicios subnacionales.

Un ejemplo: si bien hemos perdido en las elecciones en el municipio de La Paz, pero en votos lo que sacó Guillermo Mendoza superó a lo que registró Elizabeth Salguero en las anteriores elecciones. A nivel nacional se ha subido la votación en relación a las elecciones subnacionales de 2010.

P.- ¿Usted habla de tropiezos. Cuáles son los aspecto decisivos que han afectado para la derrota del MAS en plazas importantes?

R.- Son dos aspectos decisivos, porque la prioridad que le puso el Gobierno a otros departamentos orientales respecto del occidente no fueron determinantes. Lo decisivo fue la sombra de corrupción que pesó en nuestros candidatos principalmente de la Alcaldía de El Alto y la Gobernación de La Paz, que nuestros candidatos no supieron manejarlo, pese a no tener sentencia tanto Edgar Patana, como Felipa Quispe.

Para el común de la gente son culpables, no supieron manejar esas denuncias de corrupción. Los mostraron en los medios y, por estrategia opositora, fueron vistos como si el MAS estuviera llevando a dos candidatos corruptos.

El otro factor fue la desorganización de los actores políticos del partido oficialista, que son las organizaciones sociales y la estructura orgánica. Las organizaciones sociales tenían conflictos internos. Hacían campaña política por separado a la estructura orgánica que también tenía conflictos internos.

P.- ¿Se suman a estos dos problemas la falta de liderazgos y ausencia de estrategia política?

R.- El MAS, pese a varios años de vida, es aún una estructura en formación. Además hay una desinstitucionalización, producto del crecimiento de su militancia, porque es el partido más grande de la historia de Bolivia.

Otra de las deficiencias es la falta de estructura en la toma de decisiones, falta de mecanismos de resolución de conflictos, ausencia de formación y preservación de liderazgos. Toda esa desinstitucionalización ha conspirado para estos resultados en plazas importantes del país. Hemos llegado al punto de tener detractores dentro el partido contra nuestros candidatos.

P.- ¿Los conflictos internos y acciones desleales han afectado a los candidatos?

R.- Hubo internamente una inmadura competencia interna que afectó a los candidatos en la campaña. Hay liderazgos intermedios que están fuera de la carrera electoral y terminan golpeándose entre sí.

P.- ¿Cree que se equivocaron en elegir a los candidatos?

R.- Se han elegido candidatos de forma incorrecta. La elección no ha sido por el dedazo, se juntó la estructura orgánica, todas las organizaciones sociales y tomaron la decisión que fue por mala dirección porque no supieron sopesar las denuncias de corrupción que tenían los candidatos, principalmente en La Paz y les costó caro, porque en algún momento se vieron hasta solos en la campaña electoral.

P.- ¿Cree que se debe cambiar la dinámica de elección de candidatos en el MAS y por qué las autoridades que manejan los movimientos sociales con promesas y favores logran apoyos?

R.- Mi criterio personal es que sí se debe mejorar la forma de elección de candidatos internamente desde las coordinadoras departamentales por el cambio, Codelcam de cada departamento. Hablo de cambiar la metodología y el sistema de preselección de candidatos para tener filtros de hechos de corrupción, farras en las que se definen candidatos, antecedentes y medir el apoyo de uno y otro, incluso fuera del partido, este es el camino.



P.- ¿Hay formación de líderes en el MAS?

R.- La formación de liderazgos en el MAS es un trabajo permanente. En este proceso de cambio no es el tradicional, ni como era la izquierda de los 70 que era adoctrinamiento académico, ni de la derecha de los 80 el adoctrinamiento en la tecnificación en economía capitalista. En el MAS lo que se hace es construir liderazgos en los movimientos sociales, a eso se suma la cuestión ideológica.

P.- ¿Sin el liderazgo de Morales, el MAS puede perder elecciones?

R.- No puedo adivinar qué puede pasar en el país sin Evo, pero lo que sí puedo asegurar es que es un desafío que lo tenemos que enfrentar. Lo discutiremos al interior del MAS. Ese momento no sé si ha llegado, será en cinco años. Lo bueno es que tenemos Evo para mucho tiempo, hasta el 2025 incluso.

P.- ¿Qué se está perfilando en el MAS para después de 2020, sin Evo o con Evo, aprovechando que hay dos tercios en la Asamblea?

R.- Es un debate para el que hay tiempo. En lo personal hay Evo para mucho tiempo, incluso más allá de 2025. Creo que el país ganaría mucho teniendo un líder como él en la presidencia, sin embargo hay cuestiones constitucionales que deben salvarse y ese debate se hará en algún momento.

P.- ¿Qué opina de las vinculaciones políticas en el Tribunal Supremo Electoral que han generado dudas sobre la transparencia de ese órgano?

R.- Hubo una serie de chambonadas de parte del Tribunal Electoral que de forma paulatina y constante han mermado la credibilidad, la imagen y transparencia de ese órgano, al punto de que varios actores exijan su renuncia.

También hubo una visión interesada de los partidos de oposición para defenestrar al Tribunal porque se saben perdedores.

P.- ¿Piensa que se politizaron los problemas internos del TSE?

R.- Los opositores quieren mostrar que el Tribunal Electoral ha favorecido al MAS, pero nunca han podido demostrar que fue así. Todas las decisiones que se han tomado en las elecciones han sido al amparo de la ley, que también afectaron al partido oficialista.

P.- ¿Qué se debe cambiar en el TSE y en las leyes?

R.- Básicamente hay que cambiar o mejorar la ley electoral. Hay que mejorar ciertos procedimientos para evitar vacíos y que las decisiones no sean simples resoluciones o estén por encima del rango de competencias. No puede ser que un Tribunal Departamental, como el de Chuquisaca, tenga una interpretación a la ley y se constituya en última instancia, cuando el Tribunal Supremo Electoral es la última instancia que debe dirimir.

P.- Para evitar vinculaciones políticas ¿se debe mejorar la forma de selección de los vocales electorales?

R.- Tenemos que ser más exigentes a la hora de la calificación y elección de los miembros del Órgano Electoral. Hay que evitar que se estigmatice la idea de que el MAS define la elección con sus dos tercios. En la anterior elección de vocales hemos recibido la instrucción de no actuar de forma corporativa para esa elección.

P.- ¿Apoya la restitución del financiamiento a los partidos políticos?

R.- El MAS no ha cambiado de opinión sobre el financiamiento estatal a los partidos políticos. Seguimos en contra de esa iniciativa. Mientras tengamos los dos tercios o la mayoría en la Asamblea Legislativa no se dará recursos a las organizaciones políticas. Lo que sí pedimos es que se hagan auditorías a los gastos y financiamiento de cada partido en campaña política, está en la ley y el Órgano Electoral debe cumplir con fiscalizar este tema. De pronto aparecen partidos financiados desde el exterior, de algunos empresarios padrinos u otros orígenes.