Sí, hay que admitirlo: reutilizar las sobras de la comida de ayer no son, a priori, la primera opción cuando nos imaginamos cocinando un plato rico y sabroso para familia y/o amigos. Sin embargo, esconden muchas posibilidades gastronómicas.

Existen muchas recetas para aprovechar los restos de comida. Esto lo sabe bien Alejandro Jesús Reyes, un chef nacido en Oruro (hace 30 años), pero que hizo de la Llajta su segundo hogar. Se confiesa apasionado de la cocina de vanguardia y de rescatar los sabores ancestrales para convertirlos en platos gourmet.

En la cocina, según él, ser creativos es una ventaja que incide en saber sacarle el máximo provecho a cada alimento. Y si bien dentro su especialidad no cabe lugar a recalentar ningún alimento en los fogones de un restaurante, sabe que en los hogares la situación es muy diferente.

Alejandro es parte de la tercera generación de una familia (tanto paterna como materna) de grandes cocineros. Desde muy chico supo que para cocinar hay que ponerle un toque propio. “Se trata de llegar a la gente, trasmitiéndole una emoción en cada plato”.

Como parte su constante crecimiento, Alejandro viajará en agosto hasta Génova (Italia) para formar parte del equipo de trabajo de un restaurante muy reconocido en esa ciudad.

INGREDIENTES

•2 manzanas

•200 grs. de pan (de ayer)

•120 grs. de azúcar morena

•100 grs. de mantequilla a punto pomada (temperatura ambiente)

•Canela molida a gusto

•Jengibre rallado (opcional)

•Zumo de limón

PREPARACIÓN

 Precalentar el horno a 200ºC.

 Untar unos recipientes de horno individuales con un poco de mantequilla. En un bol poner el pan cortado en dados y añadir el azúcar, la mantequilla, la canela y, si se quiere el jengibre.

 Mezclar con delicadeza, sin romper demasiado la miga.

 Pelar y cortar la manzana en dados.

 Poner en agua con el zumo de limón para que no se oxide.

 Rellenar los moldes por capas colocando primero una capa de manzana, intercalando con otra de pan, y a continuación más manzana , acabando con más pan.

 Hornear durante unos 35 - 45 minutos hasta que esté dorado y que la manzana esté tierna.

 Servir caliente o templado acompañado del helado que más nos guste.