A la chef chilena Pilar Rodríguez desde niña le llamó la atención estar en la cocina. A medida que fue creciendo tuvo la oportunidad de viajar, por distintas razones, a muchas partes del mundo. Fue así (viajando) como descubrió su pasión por la gastronomía. Para ella los mercados de cada ciudad siempre fueron y serán una visita obligada.

“La comida es un espejo de la sociedad de cada país y estas experiencias me han marcado mucho y han sido también referentes potentes para mi propuesta”, confiesa.

Para Pilar, este es el tiempo en que el mundo tiene los ojos puestos en las cocinas latinoamericanas ya que nuestros países tienen despensas únicas en el mundo. “Creo que valorar nuestro patrimonio es vital para ofrecerle al mundo nuestros sabores. El turista no viaja miles de kilómetros para comer algo que pueda encontrar en su país... quiere una cocina de origen”.

Para ella, cocinar es como un regalo … como un talento con el que uno nace y que a veces puede estar dormido, pero una vez que se despierta puede llegar a sorprendernos.