Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
  • Actualizado 00:06

LOS ACUSAN POR VIOLENCIA FAMILIAR O DOMÉSTICA

7 de 13 agresores golpean a sus padres estando sobrios

En 11 meses del año se reportaron 13 casos en los que hijos agredieron a sus progenitores. En su mayoría las víctimas se resisten a sentar una denuncia ante la Fiscalía. 
7 de 13 agresores golpean a sus padres estando sobrios



Flora A., de 61 años, se aproximó a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), hace seis días. La mujer contó que cerca de las 02:30 de la madrugada, de ese día, Alfredo M.A., de 38 años, su hijo, entró a su habitación con una piedra y pretendía golpearla en la cabeza. Ella se movió y la roca fue a dar en su mandíbula. Al no lograr su cometido intentó apuñalarle con una tijera. Su hija la rescató y fueron a sentar la denuncia. El hecho ocurrió en la zona Villa Aguada, al sur de la ciudad. 

Los efectivos policiales aprehendieron a Alfredo M. en cercanías de su puesto de venta, en la calle Uruguay entre 25 de Mayo y San Martín. El hombre reaccionó con agresividad y lanzó insultos contra su madre. “¡Quiero mi plata! Eres una vieja, te voy a matar, devuélveme mi dinero. Ya verás lo que te va a pasar”, amenazó. Un día después se instaló su audiencia cautelar y fue favorecido con medidas sustitutivas a la detención preventiva, pese a que se verificó que tenía otros cuatro casos por violencia en 2013, 2014 y 2016.

Este no es el único caso en el que el agresor sale “libre” y podría volver a violentar a la víctima. En ocasiones son las madres quienes se resisten a presentar una denuncia y pasan por alto insultos, empujones o golpes bajo el argumento de “sea lo que sea es mi hijo. No puedo meterlo a la cárcel”. Dos casos de violencia física de hijos a madres se registraron en la primera quincena de diciembre.

En el primero, la víctima tiene 45 años. Los familiares identificaron al hijo de 27 años como el agresor. La mujer llegó al centro de salud Señor de Mayo con una fractura en la nariz, pero se negó a revelar lo que le pasó y se trasladó a una clínica privada, donde permaneció internada por varios días. Sin embargo, la FELCV realizó de oficio la denuncia ante la Fiscalía. Unos días después, el acusado fue liberado, puesto que la madre no formalizó la denuncia. Sucedió en la zona de K’ara K’ara.

Otro hecho fue el de Ana Lucía (nombre ficticio), de 52 años. Fue golpeada por Pablo (nombre ficticio), su hijo de 24 años, en Sacaba. La mujer estaba almorzando con su hijo menor. Inicialmente, el joven agredió a su hermano porque lo discriminaba por su orientación sexual, según el informe de la Policía. En ese momento, la madre intentó separar y calmar la pelea, pero Pablo la agarró a “sopapos”, le jaló de los cabellos y le mordió en la mano. Cinco días de impedimento determinó la evaluación del médico forense.

En mayo del año pasado, un suceso conmocionó a la población. La Policía reportó que un hombre de 23 años intentó matar a golpes a su madre de 63 años, en el municipio de Vinto. Según el reporte, la mujer regañó al joven porque llegó ebrio. Él respondió con puñetes e incluso la golpeó con un fierro en la cabeza. Los familiares reportaron que las agresiones eran frecuentes.

DATOS A noviembre de este año, se reportaron 13 casos de violencia física de hijos a sus progenitores, según reporte de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).

Según el detalle, las víctimas son nueve mujeres y cuatro varones. En Cercado se reportaron tres casos, en Sacaba, dos; en el Trópico, dos; en el Valle Alto, dos y en el Valle Bajo, cuatro.

Se identificaron como causas que 12 fueron por problemas en la familia y uno por herencia. Además, siete reaccionaron con violencia estando sobrios y seis en ebriedad.

Entre los acusados hay 11 varones y dos mujeres, denunciados por el delito de violencia familiar o doméstica.

2017 El año anterior, las cifras por agresión a madres y padres fueron elevadas. El año se cerró con 182 casos, de los cuales 143 fueron a mujeres y 39 a varones.

La mayor cantidad de atenciones se dieron en Cercado con 72 casos, el Valle Bajo con 69, Sacaba con 22, Valle Alto con 15 y el Trópico con uno.

Entre las causas que se identificaron están 163 por problemas familiares, 10 por herencia, cuatro por control y dominio, cuatro por temas económicos y uno por tenencia de menor.

En cuanto al estado del agresor, 93 se encontraban sobrios, 87 en ebriedad y dos bajo los efectos de alguna sustancia química (por determinar), cuando ejercieron violencia.

Fueron 126 hombres y 56 mujeres denunciados. Se les inició proceso a 180 por violencia familiar o doméstica, uno por parricidio y otro por homicidio suicidio (los dos últimos en el municipio de Cercado).

PENA El Código Penal en su artículo 272 Bis. (Violencia familiar o doméstica) señala: “Quien agrediera física, psicológica o sexualmente dentro los casos comprendidos en el numeral 1 al 4 del presente artículo, incurrirá en pena de reclusión de dos a cuatro años, siempre que no constituya a otro delito”.

La normativa refiere en dos numerales a la cónyuge o conviviente y en otros dos a la familia hasta cuarto grado de consanguinidad.

La misma norma, en su artículo 253, sanciona el parricidio: “El que matara a su padre o madre, o a su abuelo u otro ascendiente en línea recta, sabiendo quién es, será sancionado con la pena de presidio de treinta años, sin derecho a indulto”.

En el artículo 256 (Homicidio - Suicidio) dice: “La persona que instigare a otra al suicidio o le ayudare a cometerlo, si la muerte se hubiera intentado o consumado, incurrirá en reclusión de dos a seis años. Si con motivo de la tentativa se produjeran lesiones, la sanción de reclusión sera de uno a cinco años. Aunque hubiera mediado consentimiento de la víctima en el doble suicidio, se impondrá al sobreviviente la pena de reclusión de dos a seis años. Cuando una persona cometa suicidio como consecuencia de una situación de violencia, la agresora o agresor será sancionado con privación de libertad de 10 años (...). La pena se agrava si se trata de niños, niñas o adolescentes”.

Atención

Las subalcaldías cuentan con puntos desconcentrados del SLIM y podrán atender su denuncia. También, la Policía. Puede comunicarse a la línea 800-14-02-05.

Madres se niegan a denunciar

Golpes, empujones, insultos y humillaciones son situaciones que muchas madres callan para no denunciar a sus hijos.

El psicólogo Marco Ballesteros explicó que las víctimas se resisten a demandar argumentando el “amor incondicional y eterno” de una mamá hacia su hijo.

Aclaró que se debe tratar cada caso de manera “indivual”. “¿Por qué y para qué ejerce violencia?”, son algunas de las interrogantes por descubrir.

Señaló que la violencia nace cuando el lenguaje falla. “Es importante ver por qué existe esta falencia y se llega a faltar a la autoridad (en este caso madre o padre)”.

Indicó que, a través de la psicología clínica, se podrá detectar los factores que condujeron al individuo a tomar una actitud violenta para proceder a tratarlo.

Comentó que la agresión física se presenta tras varios sucesos anteriores de violencia psicológica y verbal. “Solo si la persona acepta que tiene un problema se podrá intervenir y lograr un cambio”.

¿Dónde acudir?

Adela Zamudio 

En la subalcaldía Adela Zamudio pueden atender tu denuncia. Los puntos de los Servicios Legales Integrales (SLIM) está en la plaza Colón. También en la calle Colombia entre Ayacucho y Baptista.

Tunari

La subalcaldía Tunari está ubicada en la avenida Circunvalación, casi servicio de caminos, a lado de la Casa de Coordinación Pacata.

Molle

La subalcaldía Mole está en la avenida Víctor Ustáriz, kilómetro 3 1/2.

Alejo Calatayud

En esta subalcaldía hay dos centros: en la avenida Petrolera kilómetro 2 1/2 y en Villa México, frente al mercado del lugar.

Valle Hermoso

Puede dirigirse a la avenida Suecia, pasaje 23, detrás del mercado 10 de febrero o a la avenida Siglo XX por el colegio Sta. Luisa de Marillac.

Itocta

En esta subalcaldía puede acudir frente al Politécnico Militar o a la EPI SUD.