Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

PREVENCIÓN ANTE DESASTRES NATURALES

Escolares dejan su colegio en solo 22 minutos de simulacro

Autoridades de Tiquipaya desarrollan talleres de capacitación y de primeros auxilios.<BR>
Escolares dejan su colegio en solo 22 minutos de simulacro



La alarma del colegio se activó y los niños de taller inicial, cuyas edades van de cuatro a seis años de edad, instintivamente soltaron sus crayones y se miraron unos a otros. Su cara reflejaba temor.

Tras unos segundos de asombro, reaccionaron y se pararon rápidamente para formar fila en una sola línea -uno detrás de otro tocando los hombros del compañero de adelante-, tal como les había enseñado su maestra que hagan cuando escuchen el sonido de alarma. La profesora miraba por la puerta, evaluando la situación, para salir del aula con sus niños de forma segura y buscar refugio.

Eso sucedió ayer a las 10:00 de la mañana en la Unidad Educativa Luterana Jesús Maestro, ubicada en Villa Satélite, que se encuentra construida a pocos metros de distancia de la torrentera Taquiña, en Tiquipaya.

Tras la experiencia del aluvión, que sucedió el 6 de febrero de 2018 y provocó un gran desastre en esta zona y quitó la vida de cinco personas, la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía, Gobernación, Defensa Civil y Save the Children organizaron varios talleres de capacitación en el sector, con el objetivo de enseñar a la población a reaccionar efectivamente. La actividad finalizó con un simulacro en la zona de riesgo.

Esta es la razón por la que era tan importante que, en tan solo 22 minutos, 1.030 alumnos, de los niveles inicial, primaria y secundaria del colegio logren abandonar la infraestructura académica, precautelando su vida y al mismo tiempo, protocolizando las medidas de acción que se establecieron en la unidad; pero principalmente, sabiendo reaccionar con prontitud ante cualquier emergencia.

Esta actividad también se llevó adelante, a primera hora de la jornada, en el barrio Manzano 78 urbanización Mhor, donde incluso emplearon los recintos educativos de San Rafael, Jesús Maestro y Juventud Chillimarca como centros de operaciones para evacuar a los heridos.

Este simulacro fue llevado adelante por los lugareños, los que siguen asentados en la zona de riesgo, cerca de la torrentera Taquiña, y no visibilizan la reubicación como una alternativa viable. Para ellos, este ejercicio fue una buena medida para aprender a responder adecuadamente ante los desastres naturales, no siempre de inundación, sino también incendios o terremotos.

El sector se convirtió en el primer barrio capacitado para enfrentar algún tipo de desastre natural.

El jefe de Unidad de Cambio de Climático, Riesgos y Desastres de la Unidad de Cochabamba, Oscar Soriano, dependiente de la Gobernación, señaló que se trabajó en la coordinación de la implementación de este plan de contingencia que buscaba “fortalecer las capacidades individuales, generar conocimiento y saber que los vecinos pueden responder adecuadamente ante una amenaza y no esperar a vivir este tipo de situación”.

La directora de la Unidad Educativa Luterana Jesús Maestro, María Concepción Ríos Toledo, dijo que se sentía más segura al contar con un plan de acción dentro de su colegio, ya que tiene a 1.030 estudiantes a su cargo.

“Se observaron fallas, pero las iremos superando, porque nosotros, internamente, proseguiremos con esa actividad e incluso queremos que sea parte de la malla curricular”, dijo.

El responsable de Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) del municipio de Tiquipaya, Roberto Campero, informó que esta actividad finalizó con el taller de evaluación de daños, comisiones de trabajo de campo e identificación de necesidades familiares.

Anunció que se tiene previsto que la experiencia se replique en el Barrio Juventud Chilimarca y dos unidades educativas.

1 CADENA DE RESPUESTA

Los organizadores del evento crearon un cronograma de acción oportuna con mesas de trabajo, análisis de servicios básicos, primera respuesta, atención de personas adultas, salud, educación, infraestructura y atención de zonas de desastre.