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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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LAS DIFICULTADES PERSISTEN

El trámite demora hasta nueve veces más de lo que dice la ley

La norma vigente da prioridad a las adopciones de niños mayores de cuatro años y a los que tienen algún grado de discapacidad. Sin embargo, las personas prefieren más pequeños.
El trámite demora hasta nueve veces más de lo que dice la ley

El trámite de adopción, según la Ley 548, Código Niña, Niño y Adolescente, debería durar cuatro meses, pero en los hechos se extiende hasta tres años, es decir, nueve veces más de lo establecido en las norma, según la responsable del Programa Infancia de Infante, Paola Rodríguez.

“Hay casos que están a la espera en juzgados, con el antiguo procedimiento, de 2015, 2016 y hasta antes de junio de 2017”, afirmó.

Rodríguez señaló que las valoraciones a los solicitantes, por ejemplo, deberían durar un mes, pero se extienden hasta por tres.

La presentación de documentos, especialmente el de registro domiciliario, demora también el proceso de adopción.

Puntualizó que muchos de los solicitantes que viven en alquiler o anticrético no tienen un contrato, y los propietarios de las viviendas se niegan a facilitarles la fotocopia del folio real.

Además, cuando los solicitantes consiguen los documentos necesarios para el registro domiciliario, el trámite se demora porque la Policía no tiene espacio en su agenda para realizar la inspección técnica, y lo programa para después de dos o tres semanas.

Y cuando se ha presentado la documentación requerida, otro obstáculo que surge es la falta de niños que estén con su situación legal bien definida, por lo que los solicitantes deben esperar meses para que se les preasigne a uno.

En el primer semestre de la presente gestión, por ejemplo, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Cochabamba remitió una lista de “apenas” seis niños que están en situación legal definida, listos para ser adoptados.

“El protocolo para la adopción señala que las defensorías de la niñez y adolescencia deben coordinar con los centros de acogida para definir la situación legal de los niños, pero están incumpliendo esa tarea”, señaló la coordinadora de Adopción y Familia del Sedeges, Rosario Rocabado.

Si un niño o niña tiene todavía un vínculo familiar o no está extinguida la autoridad paterna, no puede ser dado en adopción.

Para promover las adopciones, especialmente de niños mayores de cuatro años y aquellos que tienen algún grado de discapacidad, Sedeges organiza la Feria de la Familia.

Sin embargo, la preferencia de las familias sigue siendo niños y niñas menores de dos años.

DIFICULTADES La juez de la Niñez y Adolescencia Número 1 de la capital, Claudia Canazas, afirmó que, si bien a diferencia de pasadas gestiones actualmente hay mayor número de solicitudes de adopción, todavía la gente prefiere adoptar a niños menores de dos años, por lo que los mayores de cuatro, hermanos o con algún grado de discapacidad tienen menos posibilidades y se quedan en los centros de acogida por años.

“En ese tema, algunas familias tienen todavía un poco de resistencia o desconocen que sí pueden atender a estos grupos de niños”.

La juez señaló que, cuando se trata de hermanos y existe un lazo afectivo, no se los puede separar y deben ser adoptados por la misma familia. Excepcionalmente se puede dar en adopción a dos hermanos cuando estos no se han conocido y se encuentran en centros de acogida diferentes.

A decir de la juez, el actual Código y sus reglamentos en torno a la adopción son adecuados, pero lo que está fallando es la coordinación entre el Sedeges y las defensorías de la niñez, porque tienen poco personal y lo cambian constantemente.

Canazas destacó que es muy importante que los niños que no tienen la posibilidad de reintegrarse con sus familias ampliadas puedan ser adoptados, porque eso garantizaría el desarrollo integral y les permitiría acceder a salud, educación y alimentación.

“Los niños que forman parte de un hogar estable y seguro pueden desarrollar todas sus potencialidades”, concluyó la juez.

PREPARACIÓN Las parejas que se preparan para adoptar a uno o más niños tienen apoyo psicológico durante el proceso, afirmó la psicóloga del Juzgado de la Niñez y Adolescencia, Ximena Morales.

Se evalúa, en primer lugar, si el deseo de las personas que quieren adoptar es sincero y si están debidamente preparadas, porque la adopción es “como el nacimiento de un niño”.

Morales señaló, por ejemplo, que los niños pueden ser caprichosos, pero ese no puede ser motivo para que los padres adoptivos quieran devolverlos. “Ellos deben tener paciencia, como si fueran los padres biológicos. Por eso se los prepara en la Escuela de Padres que maneja el Sedeges”.

Sin embargo, la psicóloga consideró que el tiempo que se prepara a los padres es muy poco, porque en el exterior esa etapa dura hasta un año; en el país un mes.

A los niños que serán dados en adopción también se los prepara. Los encargados de los hogares les muestran fotos de sus nuevos padres.

Cuando a los solicitantes se les asigna un niño, estos deben visitarlo durante siete días en el hogar de acogida para que interactúen y vean si se adaptan unos a otros. Están siempre bajo la supervisión de un psicólogo y un trabajador social.

Y una vez que el niño está en su nuevo hogar, el equipo hace un seguimiento de 30 días, “porque se trata de una doble adopción, de los padres al niño y viceversa”.

La psicóloga recomendó que los padres de la niña o niño adoptado deben avisarle de esta situación en el momento más adecuado posible, para que no se entere por terceras personas y cuando, por ejemplo, sea un adolescente. En esos casos, puede existir una reacción adversa.

Documento

El registro domiciliario es uno de los documentos más complicados de obtener, porque se deben cumplir varios requisitos.

4 Meses

El proceso de adopción debería durar, según la Ley 548 Código Niña, Niño y Adolescente, cuatro meses, desde el momento de la solicitud, la evaluación, la preasignación y la asignación del niño o niña que formará parte de una nueva familia.

El proceso de adopción es todavía muy largo

Rina López Villarroel

Directora nacional del DNI

Los niños tienen derecho a tener una familia y por eso, para Defensa de Niñas y Niños Internacional (DNI), se debe simplemente cumplir la ley.

La prioridad en el país debería ser, si el niño no tiene padres, reintegrarlo a la familia ampliada, y solo en último caso proceder con la adopción.

Cuando un niño o niña no tiene familiares, se debería promover y facilitar la adopción. Pero en el país este proceso es todavía muy complicado y largo. El procedimiento tarda demasiado tiempo y hay gente que se cansa en el camino y desiste de adoptar.

Este proceso es muy largo porque, al parecer, el Sedeges tiene poco personal y no puede atender con rapidez las solicitudes de adopción. La primera fase, que es la valoración biopsicosocial, debería durar un mes, pero se extiende por 90 días o más.

Las personas que han logrado culminar el proceso de adopción con buenos resultados tuvieron que esperar hasta dos años y medio.

Este trámite es demasiado largo y perjudica a los niños, porque ellos podrían estar recibiendo afecto de una familia, pero continúan en los centros de acogida, donde las educadoras se esfuerzan, pero no pueden atender en forma individualizada a todos.

El DNI trabaja en los barrios con campañas por el derecho a la familia que debe tener todo niño. Se forma a líderes.

Una experiencia interesante en la cultura quechua es que la comunidad (una familia) adopta a los niños huérfanos, sobre todo en el Valle Alto. La comunidad le entrega un terreno al niño cuando llega a su mayoría de edad. Cuando el DNI trabaja en los barrios, se incentiva a que se adopte a los niños huérfanos. En Huayllani, Sacaba, por ejemplo, se sigue cuidando a los niños y adolescentes. Los niños deben ser responsabilidad de toda la sociedad.