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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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EMPRENDIMIENTOS

Negocios rodantes conquistan el paladar qhochala

Los llamados food trucks ofertan comida nacional e internacional en las calles de la Llajta.<BR>
Negocios rodantes conquistan el paladar qhochala



Mauricio de la Vía es un chef autodidacta, que aprendió a cocinar comida mexicana motivado por su suegro. Hace dos años se instaló en el sector sur de la plazuela Tarija, donde vende tacos y otros alimentos.

Afirma que su objetivo era brindar a sus clientes comida nutritiva y de calidad, con un precio accesible. Con ese objetivo se compró un combi, lo acondicionó y llegó hasta la zona norte de la ciudad.

Este emprendedor forma parte de una asociación que aglutina a 63 personas que venden comida rápida en vehículos, especialmente combis, conocidos también como food trucks (camiones de comida).

En la zona norte y otros puntos de la ciudad hay más de una veintena de negocios rodantes, que conquistan los paladares de los cochabambinos.

Estos "combis gastronómicos" forman parte de un mercado libre e informal que se instalan en calles de la ciudad, principalmente de la zona norte.

Su menú varía desde hamburguesas, choripán y pizza, hasta platos más suculentos como parrilladas y alitas de pollo en sus diferentes preparados.

En los carros que se adecuaron para este servicio se invirtió hasta 30.000 dólares. Los comensales esperan alrededor de los automóviles que tienen mesas y sillas. Los aromas que emanan en el camino y sus vistosos colores y diseños que sirven de adorno a estos vehículos llaman la atención.

Los cocineros esperan atentos los pedidos de su clientela que ya conoce los lugares donde se acomodan todos los días.

UNA VARIEDAD La Asociación Departamental de Restaurantes Móviles aglutina en Cochabamba a 63 asociados, de los cuales más de 20 son food trucks, y el resto cochecitos de empuje, afirmó el presidente de esta entidad, Juan Carlos Barra.

Los vehículos están ubicados en la zona norte de la ciudad, así como en la parte sur, pero se les restringe su ingreso al Casco Viejo y aparte de la avenida América.

Barra destacó que los food trucks son emprendimientos de jóvenes universitarios y personas que han encontrado en esta modalidad una forma de pagar sus estudios o mantener a sus familias.

Los food trucks, a decir de Barra, tienen una amplia oferta, no solo hamburguesas, sino también comida criolla como pique, sillp’ancho, trancapecho y sándwich de chola.

Asimismo, es posible encontrar comida internacional. Alitas a la barbacoa, lasañas y ravioles.

Barra aseguró que la asociación que preside controla para que sus asociados, muchos de ellos chefs, utilicen sus uniformes y un cobertor para el cabello. Además, se les exige que tengan un extintor.

Para cuidar la inocuidad de los alimentos, los vehículos deben estar equipados con un depósito de agua y un refrigerador.

Otra recomendación que se da a los que atienden estos negocios rodantes es que se laven las manos todo el tiempo.

Barra confirmó que por el momento estos food trucks no cuentan con autorización de la Alcaldía, es decir, carecen de licencia de funcionamiento y patente, porque hay una norma del año 2009 que prohíbe autorizar la venta de productos en las calles.

El objetivo de esta asociación es conseguir permiso y, consiguientemente, entrar en la formalidad.

7.000 Dólares

Los emprendedores que inician un negocio rodante invierten como promedio 7.000 dólares para comprar el vehículo (generalmente combi), hacerlo acondicionar y adquirir los implementos de cocina.

Quillacollo  y Sacaba

En el municipio de Quillacollo hay cuatro food trucks y en Sacaba cinco, de la Asociación.