Las familias de las viviendas que están hasta 70 metros al oeste y este del río Taquiña, en la parte baja de Trojes serán evacuadas progresivamente del lugar para evitar pérdidas materiales y humanas en el futuro.

El secretario Técnico Municipal de Tiquipaya, Cecilio Salvatierra, informó que poco a poco las familias que estén dentro de ese margen de franja de seguridad tendrán que dejar sus propiedades y serán trasladadas a otra zona más segura.

Manifestó que se quiere llegar a un acuerdo con los vecinos y la Agencia Estatal de Vivienda para hacer los traslados e indicó que la Alcaldía se hará cargo de expropiar esas tierras.

“Necesitamos una nueva franja de seguridad. Tomando en cuenta los últimos eventos que se han presentado en el río, lo mínimo será 70 metros”, dijo.

Según la autoridad, este proyecto se comenzará a socializar con la gente una vez que se ponga en orden toda el área afectada, donde todavía quedan piedras de gran tamaño y tierra seca de la mazamorra.

Por el momento, las casas que fueron desalojadas por sufrir daños están desalojadas y los afectados se trasladaron a los albergues o viviendas de familiares.

OPINIÓN evidenció que en la zona de Trojes y las urbanizaciones que están por debajo de la Cota 2.750, límite con el Parque Nacional Tunari, las viviendas cercanas al río están a menos de 10 metros.

Entre las propiedades hay negocios, talleres y viviendas particulares lujosas y precarias.

Señaló que en algunos sectores, la franja de seguridad llegará incluso hasta los 90 metros, pero, para ello, se hará un análisis de todas las zonas por donde pasa el afluente.

Hasta el 2017 Tiquipaya contaba con una franja de seguridad de hasta 100 metros en las laderas del río Taquiña, pero la ordenanza municipal fue eliminada.



DEMOLICIONES La autoridad también informó que está listo el proceso de demolición de 10 viviendas en la zona de Lirios del Tunari.

Allí hay edificaciones ilegales dentro de la torrentera Greda Mayu.

Anunció que ya existe una resolución del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) para hacer las demoliciones, pero aún falta coordinar con la Dirección del Parque Nacional Tunari.

En diciembre de 2016 un niño que estaba en una vivienda construida dentro del afluente murió tras ser arrastrado varios metros por el agua.

En la zona baja de Chilimarca, una mujer y su bebé también perdieron la vida cuando el agua de la quebrada se llenó en su vivienda y no pudieron escapar de la habitación donde se encontraban.

Prevención

La medida que asumirá el municipio en los próximos meses será para evitar pérdidas humanas y materiales por los fenómenos naturales.