La Universidad Mayor de San Simón (UMSS), a través de la Facultad de Agronomía (departamento de Ingeniería Agroindustrial), elabora productos a base de carne de búfalo.

En su centro académico productivo de Santiváñez preparan fiambres y los entregan al comedor universitario para alrededor de 4.000 comensales. Se tiene mortadela, salchicha y chorizo parrillero que también se ofertan, todos los viernes, en el campus central de la avenida Oquendo y Jordán. El objetivo es dar a conocer el trabajo de los profesionales locales y generar autosostenibilidad.

Según Edith Arévalo, responsable del proyecto, la carne del búfalo de agua o bisonte, cuya especie se introdujo en 1978 a Valle de Sajta, en el trópico de Cochabamba, donde la UMSS tiene una unidad desconcentrada, se mezcló con la carne de cerdo para su distribución.

“Hace tres años tuvimos un seminario internacional para valorizar esta materia prima y desde ahí hemos empezado a trabajar con la investigación. Estos son los resultados”.

Dijo también que la carne de búfalo tiene propiedades nutricionales y de calidad proteica que la convierte en una alternativa a la carne de res.

“Es más sana, baja en calorías, blanda y con poca grasa. En Beni y Pando se comercializa, pero en poca cantidad. No solo se puede aprovechar la leche”.

Además de estos productos, también se tiene el cuy ahumado y el enrollado de pato.

Las diferentes propuestas de alimentos derivados de estas carnes se presentaron en la XII versión de la Expo Agro 2018, en la Facultad de Agronomía, a la altura del kilómetro 5 de la avenida Petrolera.

El centro de Santiváñez, donde trabajan con estos productos, fue transferido a la UMSS como parte de una donación del PDA (Programa de Desarrollo de Área) de Visión Mundial Bolivia, con el compromiso de formar y capacitar a los jóvenes del lugar que no pueden acceder a la universidad. Desde entonces se logró capacitar como técnicos auxiliares a 25 comunarios, entre 15 y 70 años. Asimismo, 75 jóvenes de último año de colegios en temas relacionados al cambio climático y estrategias para la adaptación.

Otra de las propuestas, en alimentos fue del laboratorio de biotecnología de la Facultad de Agronomía, que trabaja con hongos comestibles. Expuso la semilla que en tres meses, desde la siembra, se produce y permite su consumo, principalmente, a las personas vegetarianas que buscan un sustituto de la carne. Dentro de poco se podrá encontrar a la venta. Solo se requiere un ambiente húmedo y poca sombra.

El reto

Que la comunidad se apropie de los proyectos y decida dinamizar la economía local con estos productos.