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Riñones de fallecidos devuelve la esperanza a dos pacientes renales

Riñones de fallecidos devuelve la esperanza a dos pacientes renales
La madrugada del 22 de noviembre de 2015, Martín Patzi de 45 años, tuvo su primera intervención de hemodiálisis (método más común para tratar la insuficiencia renal). Durante dos años consecutivos y tres veces a la semana tenía que realizar esa terapia. “Fue incómodo, salía totalmente desgastado de esa habitación”, recuerda.

Martín migró de Huari (provincia de Oruro) a Cochabamba en 2015 por razones de salud. Fue uno de los primeros beneficiados de la Ley 475 del Seguro Integral y del Programa de Salud Renal del Ministerio de Salud, que asegura que el tratamiento sea totalmente gratuito para los pacientes.

En septiembre fue uno de los dos pacientes que recibieron un transplante de riñón de donante fallecido. Hoy, aunque todavía se encuentra débil, recuperándose de la operación está agradecido por la intervención porque asegura que le devolvió las esperanzas de vivir.

“Me sentía inútil en casa, no podía hacer nada, qué ejemplo podía darle a mis hijos. Prácticamente, era un inválido”, dice muy suavemente mientras sobre sus mejillas recorren un par de lágrimas. Palabras amargas que no retiene ni el barbijo que trae puesto. 

La directora del hospital Viedma, Daysi Rocabado, asegura que desde la promulgación del Decreto Supremo 1870 (del 23 de enero de 2014, el Ministerio de Salud viene realizando el trasplante renal gratuito a nivel nacional con donantes), en Cochabamba se han realizado 111 operaciones (109 de donantes vivos y 2 de fallecidos).

César Barrientos es el segundo transplantado. Dice que poco a poco estará hábil para realizar actividades que dejó por su salud. “Es como si hubiésemos vuelto a nacer. Una oportunidad que hay que aprovechar”.

No conoció a su donante (fallecido), pero agradece a Dios y a su familia por el permiso. Después de la operación, solo asistió seis veces a sus controles. “Antes tenía que ir tres veces a la dolorosa hemodiális”.

Rocabado dijo que en el departamento hay más de 800 pacientes que realizan el tratamiento de la hemodiálisis en los distintos hospitales, 129 son del Viedma.

“En Cochabamba falta crear cultura de donación para cambiar el panorama de estos pacientes. Los familiares de los fallecidos también pueden aportar a cambiar el panorama de los pacientes renales”.