Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Buenas ideas

Buenas ideas
Vengo de un evento fascinante para escribir estas palabras. El Comité Ejecutivo de Universidades Bolivianas (CEUB) ha organizado durante estos días la Feria Buenas Ideas en la UMSS, con la participación de todas las universidades que conforman este comité. En esencia, este evento presentó destacados trabajos sobre ciencia y tecnología donde los estudiantes fueron los principales protagonistas, como creadores e innovadores. En definitiva, un buen termómetro de cómo estamos en términos de proyectos científicos en las universidades.

Entre los trabajos destacados, me decanto por los “buggies” de energía mecánica y eléctrica. De hecho, en una ciudad contaminada por el transporte público, la solución está en estos pequeños y efectivos dispositivos, que pueden cambiar el sentido de cómo nos transportamos. Entre otros, también destacaron varios proyectos con robótica, domótica, herramientas de reconocimiento facial, investigación genética, además de usos diversos para la energía mecánica basada en la tracción de una bicicleta. Por ejemplo, logramos batir un jugo de papaya con las manos, directamente desde un dispositivo que mueve las aspas de la licuadora. Sin electricidad, solo brazos. Imagina cuán dependientes somos de la electricidad y cuánto podemos hacer aún sin ella.

De manera paralela, también hay que destacar que Cochabamba obtuvo el primer lugar en la VII Olimpiada Científica Estudiantil que se desarrolló en Sucre, con 28 medallas de oro, donde, de un total, de 400.000 inscritos, llegaron a la final, 1.117 estudiantes en las áreas de matemáticas, física, química, biología, astronomía-astrofísica, geografía y robótica. Algo bueno está pasando y tal vez no lo estamos viendo en primera plana. Nos estamos quedando con las discusiones de forma y nos estamos perdiendo el fondo. La próxima generación de profesionales y estudiantes universitarios están haciendo lo que les hemos pedido: ser y hacer un futuro mejor. Nuestra generación ha fracasado rotundamente en implementar las soluciones ahora. Sabemos que la contaminación es insostenible y que el agua es ya un privilegio, pero no se ha hecho nada al respecto. Amparados en responsabilizar al de más arriba, el parque automotor crece desmedidamente y sin control, y todas las nuevas construcciones siguen usando sistemas absurdos de excesivo consumo de agua. Solo a una generación desconsiderada se le ocurre defecar en agua potable. Estos eventos, de alguna manera, muestran una luz al final del camino, y salen de la árida discusión política para mostrar que la ciencia y la tecnología es y será el lugar donde vamos a buscar las soluciones para un mundo mejor.