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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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AUSENCIA DE CESACIÓN DE DETENCIÓN

Juez ordena liberar a víctima de violencia acusada por su agresor

Adalberta Lucy denunció a su expareja hace un año, pero la Fiscalía ni siquiera lo llevó a una audiencia. Él la contradenunció en abril y le bastó un mes para encarcelarla injustamente.
Juez ordena liberar a víctima de violencia acusada por su agresor



Adalberta Lucy V.A. lloró ayer. Un juez cautelar de la EPI Sur le devolvió la esperanza en un sistema judicial que en lugar de protegerla, por su condición de víctima de violencia, se ensañó con ella y la metió presa en tiempo récord, luego de que su agresor contrarrestara la denuncia que ella había presentado antes, con una acusación que 10 testigos aseguran que es falsa y producto de la venganza.

Pese a la orden de libertad, Adalberta no saldrá todavía de la cárcel de San Sebastián. Su abogada tendrá que tramitar el arraigo y el pago de una fianza fijada por el juez como medida sustitutiva. Pero la sola idea de volver a casa de su padre y abrazar a sus hijitas de 7 y 10 años, la hizo llorar de alegría.

En octubre de 2016, Adalberta denunció a Armando Q.R. por violencia ante la Fiscalía. Ella tiene varios certificados forenses que prueban el martirio que vivió al lado de él. Incluso la hizo abortar a patadas, lo que la convenció de alejarse de él. A un año de su denuncia, Armando Q.R. fue imputado, pero ni siquiera ha sido llevado a una audiencia cautelar.

En abril de este año, el denunciado acusó a Adalberta de haberle fracturado un brazo y presentó un certificado médico particular homologado por un forense. Ante esta denuncia, la Fiscalía sí actuó rápidamente y pidió la detención preventiva, pese a que ella demostró que el día de la supuesta agresión a Armando, ella estaba de cumpleaños e hizo una fiesta en su casa, de donde no salió para nada. Diez testigos lo confirmaron.

Con celeridad, notificaron a Adalberta por medio de un cedulón pegado en su puerta, pero el documento desapareció a los 5 minutos, según un vecino, y ella no se enteró. La Fiscalía aprehendió a la mujer.

Un malentendido surgido por el uso de una nomenclatura diferente de una misma dirección, causó que jueces y vocales mantuvieran detenida a Adalberta, argumentando que había una contradicción, pues en su declaración ella dijo que vive en la avenida Circunvalación y en el registro domiciliario se menciona el barrio Ferroviario y Huayllani.

Se trata del mismo lugar, pero descrito de forma distinta. La abogada de Adalberta, Mercedes Cortez, presentó ayer un croquis, certificaciones de Límites de la Gobernación, de la Alcaldía y la OTB Huayllani que permitieron demostrar que ella nunca mintió acerca de su dirección domiciliaria. Incluso, allí ya fue notificada por la Fiscalía. “No pueden admitir que tiene domicilio solo para lo que les conviene”, les dijo a las abogadas de Armando Q.R.,la exfiscal Matilde Orellana y la exvocal Gina Castellón.

Pese a las pruebas, el fiscal Yerko Alcónz Colque se opuso a que Adalberta saliera en libertad, argumentando problemas por el derecho propietario de la casa del padre de la víctima. Cortez apeló al principio de favorabilidad y a que existen dos niñas que necesitan a su madre, pues el denunciante y padre ni siquiera se ocupa de ellas.

El juez resolvió ordenar la libertad de Adalberta.