Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:01

MIS CIRCUNSTANCIAS

Día del árbitro

Día del árbitro
Uno de los oficios más ingratos del mundo debe ser el del árbitro de fútbol, porque implica presión asfixiante, ejercida por cientos, miles o millones de ojos apasionados y atentos a sus decisiones en el tiempo reglamentario de juego.

Como para cualquier profesión, se precisa vocación, capacitación y temperamento, para asumir un rol bastante rechazado.

Es fundamental su preferencia y agrado por el deporte. Imposible que un árbitro no tenga interés por el fútbol. Sería como que a un médico no le guste curar, a un abogado defender, al arquitecto construir, al profesor enseñar, así en todas las profesiones y oficios que existen.

Al recordar este día, repasé el libro escrito por el Prof. Wilfredo Rojas Cortez “Árbitros de Fútbol”, editado hace un año y dedicado a Abilio Ferreira D’Almeida, Juan Carlos Loustao y Sergio Rojas Gutiérrez.

Es un homenaje merecido y oportuno a los que Wilfredo considera servidores públicos del fútbol cochabambino, con biografías específicas, destacando que la mayoría combina o alterna esta difícil actividad con sus profesiones académicas.

Se presenta una lista de 164 valientes, entre ellos Alberto Daza, Alberto Albornoz, Óscar Villarroel, Mario Bolívar, Celier y Antonio Vargas Caero, Óscar Camacho, Mario Prado y su hijo Hostin, Iván Gamboa, Raúl Orosco, Mario Boado y Óscar Maldonado.

Hay una alusión especial a don Miguel Aliaga Mancilla y sus hijos Armando, Humberto y Wilson Aliaga Acuña, y a los ocho hermanos Aguilar Meneses.

En la remembranza, no faltan fundadores del Colegio de Árbitros en 1935, como Carlos De la Torre, Guillermo Navarro y Diógenes Lara, que brillaron como jugadores y réferis, personalidades deportivas como Lucio Claros Quiroga y el infaltable José Casto Méndez.

El árbitro, generalmente incomprendido, es personaje vital del espectáculo. Es de carne y hueso, con familia como todos, simpatizante de algún equipo, pero imparcial y objetivo en la cancha. El juez de fútbol, como en otros deportes, merece deferencia para alentar a los que elijan este oficio, difícil pero apasionante.

Envío una cordial felicitación a mi buen amigo Willy por su cumpleaños que es hoy, principalmente por el noble gesto de enaltecer a sus colegas de arbitraje, protagonistas infaltables, con sus aciertos y errores, prevaleciendo su buena fe y amor al fútbol.