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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Con fe, ilusión y decisión, por la gloria

Con fe, ilusión y decisión, por la gloria
El país se paralizará desde las 18:15 por dos horas, para ver el partido de Wilstermann contra River Plate, en el Monumental de Buenos Aires.

Mucho antes de la noche mágica del 14 de septiembre, flota en el aire una aureola roja que vaticina más batallas exitosas del histórico Wilstermann, que inauguró en 1960 con Peñarol —como dice Oscar Galdo— la vieja y querida Copa Libertadores de América.

Metafóricamente, el alineamiento de astros y la baraja de la fortuna son favorables al grupo, que con fe, humildad, sacrificio y talento, irradia confianza para conseguir una gloria encomiable.

Nobleza obliga para destacar al timonel, Roberto Mosquera Vera que, como le sucedió a Azkargorta en su tiempo, fue hostigado por impacientarnos de su esquema defensivo y los resultados en el torneo liguero. Ahora, hidalgamente, ponderamos su éxito internacional.

Su amigo de faena, Prof. Freddy Bolívar, acertó en recomendarlo a Wilstermann. A la cabeza de su Presidente, el club lo apoyó incondicionalmente.

Mosquera ya hizo historia, es uno de los ejes en un proyecto que tiene a notables protagonistas que escriben el cuarto ciclo de oro, con misión casi cumplida, antes de concluir el 2017 copero.

Los intrépidos aviadores que labraron su presente en su bastión del Sudamericano clasificaron a cuartos, empatando sin goles con Atlético Mineiro, en Belho Horizonte, ante más de 60.000 espectadores, en el estadio Mineirao. Tampoco se amilanarán por la presión millonaria.

Cerca de la cúspide, con la férrea y sabia conducción del peruano mundialista, deben abstraerse en el partido, sin ceder a provocaciones de rivales o las propias autoridades del juego, superando la susceptibilidad que genera el alto mando del fútbol.

El periodismo argentino realiza su trabajo, aunque cerca del fanatismo, por el equipo de la banda roja, pero ellos no juegan y, como dijo Mosca, la estadística y los billetes no cuentan en una leal confrontación deportiva.

Humildad no es sinónimo de sumisión, también recalcaron los guerreros bolivianos, muy cerca a la merecida celebridad, que no les quita la tranquilidad para encarar este partido decisivo.

Con derecho a plasmar el sueño en realidad, hoy Wilstermann, para sus seguidores y todo el país, es cuestión de mucho orgullo.