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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Reos y custodios de El Abra

Reos y custodios de El Abra
El lunes, la Policía hizo conocer un hecho, por demás cuestionable, que involucra a un reo detenido preventivamente por feminicidio en el penal de El Abra y a dos policías que se desempeñaban como custodios.

Ocurre que el sábado pasado, un ortopedista, acusado de asesinar con cuatro puñaladas a Bertha Sandra Sáenz Herbas, fue sorprendido fuera del penal de máxima seguridad, donde se supone debía estar recluido mientras el proceso por feminicidio concluya.

Sin manillas y acompañado de sus custodios, además del chofer de una furgoneta del recinto penitenciario y sin placas, así fue encontrado Roger P.O. por familiares de la víctima, cuando este visitaba a su padres en el barrio Irlandés, al noreste de la ciudad, luego de que aparentemente había asistido a una fiesta de cumpleaños.

Pero, ¿por qué estaba fuera del penal el ortopedista la noche del sábado? Según informes de Régimen Penitenciario, Roger P.O. fue autorizado para salir del penal porque supuestamente debía acompañar a otro reo que sufría de convulsiones y requería ser hospitalizado de emergencia.

Sin embargo, su misión -dicen- era solo acompañar al recluso, que además tiene problemas de VIH, y luego retornar a El Abra junto con los custodios. En ningún momento, el preso debía pedir o hacer que los policías le concedan la posibilidad de visitar a sus familiares y mucho menos asistir a una fiesta, así sea solo para abrazar al cumpleañero.

Según Régimen Penitenciario, la salida fue autorizada porque Roger P.O. funge como médico al interior del penal, pese a ser solo ortopedista.

Hoy, las autoridades intentan dar diversas explicaciones y responsabilizan del hecho a Roger P.O. y a los dos custodios policiales, a quienes incluso dijeron que les iniciarán un proceso por permitir que el recluso visite a sus parientes.

Llama la atención que sean las autoridades penitenciarias quienes autoricen la salida de un recluso solo para acompañar a otro, cuando en reiteradas oportunidades han impedido que otros reos, en peor situación, dejen el penal para acudir a un centro hospitalario.

Pero este no es el primer caso en el que un preso sale del penal con custodios y realiza actividades irregulares o reñidas con la ley.

Por ejemplo, en enero de este año, OPINIÓN denunció que Juan Carlos Aguilar, alias El Calulas, fue sorprendido en una discoteca de la calle España, cuando el recluso, que gozaba del beneficio de extramuro, debía estar desde las 19:00 en el interior del penal. En otra ocasión, el mismo reo durmió en Tránsito luego de ocasionar, en estado de ebriedad, un accidente que “solucionó” dando una identidad falsa y logró que los policías no remitieran el caso a la Fiscalía, como corresponde.

Así como él, hace varios años, el ya fallecido reo durante la matanza de El Abra, el 14 de septiembre de 2014, Ariel Tancara, alias El Tancara, también fue descubierto en una avenida de la ciudad cuando se encontraba a bordo de un vehículo en el que llevaba armas.

¿Cómo salen estos reos? ¿Quiénes autorizan su salida? Son interrogantes que, en la mayoría de los casos, nunca han tenido respuesta y han terminado siempre en que las autoridades están investigando el caso o, en algunos, solo los custodios han sido sancionados por incumplimiento de deberes.

Se supone que El Abra es una cárcel de máxima seguridad, donde están recluidos delincuentes muy peligrosos y cuya salida es casi imposible, salvo que un juez lo autorice.

Sin embargo, en el caso del acusado de asesinar a Bertha Sandra Sáenz Herbas, la autorización de salida fue rápida ya que supuestamente su compañero de prisión necesitaba que el “médico” lo acompañe. Sin embargo, como dijimos anteriormente, Roger P.O. aprovechó esa oportunidad para no solo visitar a sus parientes, sino también asistir a una fiesta de cumpleaños.

Con todo, este caso debe ser esclarecido y los culpables deben ser sancionados de acuerdo a ley.