Vecinos de cinco municipios, que viven cerca de la vía férrea expresaron temor por la ejecución del tren metropolitano y advirtieron, incluso, impedir la construcción si es que eso representa afectación para sus viviendas.

El 17 de agosto, las autoridades nacionales protagonizaron un festejo como inicio de obras del proyecto de 447 millones de dólares.

Un comité de delegados de Control Social de los municipios de Cochabamba, Colcapirhua, Quillacollo, Vinto y parte de Sipe Sipe se reunieron ayer en la ciudad, frente a las vías del tren cerca de la avenida Beijing.

El representante de Quillacollo Roberto Escóbar cuestionó que se haya inaugurado obras “sin consulta pública”.

“Si no respetan nuestras viviendas nos oponemos (...) Vamos a bloquear los rieles y no vamos a dejar que trabajen si no nos toman en cuenta”.

Explicó que, al margen del derecho de vía de 10 metros, las exigencias de franjas de las alcaldías podría afectarles.

Otro de los dirigentes, Eddy Guzmán, recordó que los vecinos se organizaron en 2015, cuando se firmó un primer contrato con la empresa JOCA. Desde entonces tienen interrogantes.

“No hemos tenido respuesta de ninguna autoridad. Nunca nos han dicho los alcances (...) Debemos tener toda la documentación del proyecto”.

Los vecinos tiene notas enviadas a alcaldías y concejos y aseguran que no tienen resultados.

Sin embargo, el presidente del Concejo Municipal de Quillacollo, Víctor Osinaga, enfatizó que el derecho de vía es de 10 metros. Aseguró que los vecinos no estarán perjudicados, al menos en su municipio, porque las calles no son estrechas.

“Esas preocupaciones se han generado por comentarios de los enemigos del tren. Deben estar tranquilos. No va a caer ningún domicilio, no va a haber afectaciones”.