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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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TESTIMONIO /// HUMBERTO VACAFLOR NARRA SU EXPERIENCIA PERIODÍSTICA CON DOS COLEGAS.

“El fantasma del Che me seguía persiguiendo”

“El fantasma del Che me seguía persiguiendo”



El periodista Humberto Vacaflor, que junto a Juan Carlos Salazar y José Luis Alcázar cubrió la guerrilla de Ernesto Che Guevara en 1967, afirmó: “Yo me fui y el fantasma del Che Guevara me seguía persiguiendo”.

El testimonio de Vacaflor está en el libro “La guerrilla que contamos. Historia íntima de una cobertura emblemática”, obra presentada anoche en la Asociación de Periodistas de La Paz.

Vacaflor cuenta la historia de cómo la foto de los tres primeros detenidos vinculados con la guerrilla llegó a ser publicada en el diario Presencia: se trataba del francés Regis Debray, el argentino Ciro Bustos y el inglés George Andrew Roth.

Vacaflor vivió años más tarde en Londres, donde la casualidad hizo que pudiera ver los diarios del Che poco antes de ser subastados.

Alcázar fue a Camiri para entrevistar al Che, pero cuando llegó había muerto.

“Tomar su mano caliente que aparecía por debajo de la cobija que lo cubría me estremeció. Constatar que ahí estaba el “Che” muerto, me acosó la frustración y la decepción, como reportero, de no haber podido concretar mi plan de entrevistarlo”, dijo Alcázar a DPA.

Salazar, apodado el "Gato”, era periodista en la Agencia de Noticias Fides (ANF) y cubrir la guerrilla fue un "bautizo de fuego". "Esa experiencia reafirmó mi vocación por el periodismo", remarcó.

Recordó que el día de su viaje hacia Camiri, que era el centro de operaciones, tenía pensado ir solo por una semana a realizar el trabajo periodístico, pero al final se quedó por 11 meses siguiendo de cerca los pasos del "Che" y enviando la información a través de un telégrafo que era operado por personas que no estaban acostumbradas a mandar textos largos.

Pese a esas dificultades, Salazar enviaba los reportes para ANF y la Agencia Alemana de Prensa (DPA), cuya cooperativa junto a EFE financiaron su viaje hasta la zona de la guerrilla. Salazar, Alcázar y Vacaflor revelan detalles inéditos de la cobertura de la guerrilla del Che. En 1967, Camiri se convirtió en el "ombligo del mundo".

"Ha sido una cobertura emblemática y este libro no es una historia de la guerrilla, sino de la cobertura, es autobiográfica, donde cada uno de nosotros cuenta su experiencia en este hecho histórico", afirmó.

Los periodistas para ingresar a la "zona roja" de Ñancahuazú eran obligados a vestir uniforme militar. Además, los corresponsales no podían caminar libremente por Camiri y debían estar acompañados por un oficial.

"Nos pasábamos todo el tiempo siguiendo las acciones militares. Luego teníamos que enviar la información del día a día en código morse", rememoró Salazar.

En sus "tiempos libres", los reporteros se reunían en los dos únicos hostales que tenía Camiri en ese entonces: El Beirut y El Marieta, donde además se alojaban y debían dormir entre dos o tres personas en una sola habitación.

Las "primicias" llegaban a su destinos con dos o tres días de retraso.

Salazar, Vacaflor y Alcázar publicaron el texto en conmemoración del 50 aniversario del "Che” Guevara.