“Español de nacimiento, boliviano de corazón y tartamudo de vocación”, así podríamos describir, escuetamente, al periodista Álex Ayala. Pero hay mucho más, porque actualmente él es una de las voces narrativas más importantes de la no ficción boliviana y un referente a nivel latinoamericano. Desde mañana dictará en Cochabamba el taller de crónica periodística “Un cuaderno de notas y un par de buenos zapatos”.

En 2015, con su proyecto “Rigor mortis”, publicado el año pasado por la editorial El Cuervo, ganó la primera convocatoria a la Beca Michael Jacobs para periodistas de viajes. En esa ocasión, su obra fue elegida entre otras 119 de 22 países por un jurado conformado por figuras de la talla de John Lee Anderson, Daniel Samper y Ed Vulliamy. Ese es el porte del docente que la revista INBOX, en colaboración del Centro Misionero Maryknoll en América Latina, consiguió para dos jornadas de clases magistrales en las que el español compartirá sus lecturas y métodos de trabajo.

Daniela Parra, una de las gestoras de esta visita del Premio Nacional de Periodismo en 2008, asegura que siguen su trabajo desde hace varios años y que su interés nace precisamente de la necesidad que tienen de encontrar otras formas de contar e informar. “Nos interesa mucho más que otro tipo de escritura, porque implica un acercamiento más personal al lector”, asegura la joven comunicadora visual y fotógrafa.

A propósito, Ayala considera que “la gente joven, creo, está aburrida de un periodismo anclado en el siglo XX (la crónica tampoco es nueva), pero por su profundidad y las herramientas que usa conecta mejor con todo tipo de público. Claro, siempre que esté bien hecha. Escribir bien no es sinónimo de escribir ‘bonito’”.

Aunque esta aseveración apuntaría que la crónica es un formato narrativo e informativo de moda, Ayala aclara que no cree “que la crónica esté tan de moda como se piensa. Al menos, no en los medios tradicionales, donde se publica poco”. “Creo que es un género que se preocupa tanto del fondo como de la forma. Ese es su plus”, complementa.

El taller que dictará Ayala, basa su dinámica en un amplio y consistente banco de “lecturas obligatorias”, ya que para él “un periodista que no es lector seguramente acabará convirtiéndose en un notario de la información”. “Leer y escribir son dos hábitos fundamentales para entender el mundo”, sentencia.

Sobre la importancia de cultivar la crónica como género periodístico, Ayala expresa su preocupación respecto a los nuevos hábitos de comunicación, que parecen, según él, crear un agujero negro en nuestras memorias.

“Internet y las redes sociales nos bombardean con información todos los días. Son una invitación al olvido. La crónica, sin embargo, trata de darle un sentido a las cosas que pasan. En cierta forma, busca generar una suerte de conocimiento”.

Ayala, entre otras cosas, fue fundador de la mítica Pie Izquierdo (primera revista boliviana de periodismo narrativo). Actualmente colabora con El País, Etiqueta Negra, Gatopardo y otros medios de Europa y América Latina.