El maestro de la plástica boliviana Gil Imaná recibió un reconocimiento a su trayectoria de parte del Banco Central de Bolivia (BCB). El longevo artista, en medio de lágrimas, agradeció el homenaje en un emotivo discurso en el que además recordó a su difunta esposa, Inés Córdova.

"El reconocimiento más grande y más querido es el de mi pueblo, mi Bolivia”, dijo un emocionado Imaná, que en abril reciente donó a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB) su casa ubicada en la popular zona de Sopocachi, en La Paz. En esos ambientes, próximamente funcionará el Museo Imaná Córdova, bajo administración del Museo Nacional de Arte, dependiente de la FCBCB.

Asimismo, Imaná entregó una vasta colección artística, en la que se cuentan 3 mil obras suyas y de su esposa, además de otras 3 mil piezas, entre arqueológicas, tejidos precolombinos, obras religiosas, platería y trabajos de destacados artistas como su hermano, Jorge Imaná, Marina Núñez del Prado, Enrique Arnal y Oswaldo Guayasamín, entre otros. Un invaluable aporte que, a los 84 años del destacado muralista, constituía todo su patrimonio cultural.

Tras ese gesto de desprendimiento, el pintor recibió el miércoles el agradecimiento del Banco Central de Bolivia, a la cabeza de su presidente, Pablo Ramos. El acto se desarrolló en el salón principal del BCB y participaron de él, además de Ramos, el presidente de la Fundación Cultural del BCB, Cergio Prudencio; el director del Museo Nacional de Arte, José Bedoya, y los directivos bancarios.

"Para mí, es un honor participar en este homenaje en el que se reconoce el trabajo de dos personas que han aportado a la cultura boliviana durante toda su vida”, dijo en su intervención Ramos, refiriéndose a la incansable labor que sostuvieron Imaná y Córdova.

A su turno, Bedoya subrayó la destacada trayectoria de Imaná y su influencia en la plástica boliviana. "Gil estás y siempre estarás en el corazón de todos los bolivianos”, sentenció el director del Museo Nacional.

Finalmente, en un conmovedor discurso de casi una hora de duración, el octogenario agradeció el gesto del BCB y contó facetas de su vida y la de su pareja, en pro del arte nacional. “Quiero dirigirme a ustedes con bellas palabras de amor, de sinceridad de dos vidas hechas una. Inés y yo. Nunca estuvo uno delante del otro. Siempre estuvimos lado a lado en la vida y en el arte”, apuntó con marcada emoción el maestro.

Gil Imaná nació en Sucre, en 1933. Allí estudió pintura con el maestro Juan Rimsa e hizo su primera exposición el año 1949, a sus 16 años.

Trabajó prolíficamente desde muy niño: pintando, dibujando y haciendo grabados. En el transcurso de su vida presentó muchas muestras individuales y colectivas en Bolivia y en muchos otros países, de las que él destaca especialmente dos: la muestra “Gil Imaná” realizada el año 1971 en el Museo del Hermitage en San Petersburgo, Rusia, y la exposición Gil Imaná presentada el año 1977 en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México.