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  • Diario Digital | lunes, 18 de marzo de 2024
  • Actualizado 22:53

Liberan a menor por incendio y su hermano es imputado por 4 delitos

Liberan a menor por incendio y su hermano es imputado por 4 delitos


Los adolescentes que el 20 de julio quemaron la dirección del colegio 27 de Mayo, poniendo en riesgo la vida de profesoras, una regente y de una secretaria, resultaron ser dos hermanos de 13 y 16 años. Ambos estudiaban en esa unidad educativa, según confirmó ayer el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Quillacollo, coronel Carlos Alberto Oblitas.

Ayer en la tarde, en una audiencia de medidas cautelares, el Juez del Menor envió al estudiante de 16 al Centro de Infractores Cometa, tras ser imputado por cuatro delitos: amenazas, atentado contra los bienes del Estado, incendio y tentativa de homicidio. El menor de ellos, el de 13 años, fue liberado porque de acuerdo al Código del Niño, Niña y Adolescente es inimputable. Esta normativa prevé que los adolescentes recién pueden ser imputados por la justicia desde los 14 años.

Consultado sobre los motivos por los que atentaron contra su colegio, el estudiante mayor respondió que estaban molestos por la actitud de algunos maestros que al entrar al aula “los llenaban de tareas para hacer durante las clases mientras los profesores revisaban sus teléfonos celulares y no les prestaban atención. También estaban enojados porque, según ellos, la directora no frenaba esa situación”, informó.

De ser encontrado culpable en un juicio oral, el hermano mayor se expone a una pena de entre 1 y 6 años de encierro.

Los estudiantes se sometieron a pruebas de Laboratorio, para confirmar o descartar que hayan estado bajo el influjo de alguna droga durante el atentado. Los policías que los aprehendieron dijeron que el mayor parecía no estar ubicado en tiempo y espacio, por lo que habían sospechas del consumo de algún estupefaciente.

La profesora del estudiante de 13 años confesó estar muy sorprendida. “Este niño es muy tranquilo, inteligente, tiene un promedio general mayor a los 80 puntos y un carácter afable”. El adolescente fue remitido a la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia de Colcapirhua para recibir asistencia psicológica. Este diario intentó comunicarse ayer con la Defensoría, pero nadie contestaba en la oficina. “Tuvieron tolerancia por el día del funcionario municipal”, informó una madre de familia. Ayer, ya más tranquila, la secretaria de la unidad educativa dijo que una de las profesoras, que se había encerrado en el depósito, tuvo que salir en medio de las llamas con una chompa sobre su cabeza. Pese a ello, parte de su cabello se chamuscó.

Los menores usaban máscaras y llevaron un hacha, un cuchillo y una botella de gasolina con la que rociaron a las mujeres, antes de prender el fuego. Aunque una de las maestras dijo que oyó un estallido, y pensó que los menores habían detonado algún explosivo, los bomberos creen que, en realidad, al encender el fuego se produjo una deflagración por la volatilidad del combustible, que muchas veces se confunde con una fuerte explosión.