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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Los desafíos del amor (II)

Los desafíos del amor (II)
El enamoramiento es muy travieso, escapa a nuestra voluntad porque es un fenómeno de la biología, un mandato genético cuya función indiscutible tiene que ver con la supervivencia de nuestra especie en la naturaleza. Pero los seres humanos hemos degenerado nuestra naturaleza para que primen los valores, por eso el deseo se subyuga al amor, no al revés.

Otro desafío que debe enfrentar el amor es el amor hacia los padres. Son dos amores que no se pueden comparar: a la pareja la elegimos voluntariamente, mientras que tenemos que conformarnos con los padres que tenemos. El amor de pareja permite la reciprocidad, a nuestros padres les deberemos de por vida y jamás podremos pagarles. No podemos amar a nuestra pareja si seguimos siendo hijos.

Al amor se debe llegar sin deudas, porque lo exige todo. Los amantes deben ser personas maduras, es decir: independientes y desvinculadas. La independencia se relaciona con la emancipación económica y la desvinculación con la ubicación de la familia de origen en un lugar inferior a la relación conyugal. No se trata de dejar de querer a nuestros padres, se trata de dar prioridad a nuestra relación de pareja. Los padres deben seguir su vida sin depender de los hijos, y los hijos seguir la suya sin depender de sus padres. Por supuesto que lo mejor es llegar al matrimonio después de la desvinculación. Cuando no es así, los esposos deben aprender a poner límites a las familias de origen. Es más fácil señalar fronteras a la familia del cónyuge porque nuestra pareja se encuentra necesariamente en un nivel jerárquico inferior a sus padres.

El siguiente desafío para el amor es el matrimonio. Ser esposos es negociar la convivencia, esto significa acuerdos y desacuerdos, peleas y reconciliaciones. No debemos olvidar que se casan dos extraños que en el camino irán descubriendo quiénes realmente son. El matrimonio es una empresa, los esposos, los socios. De ahí que la convivencia requiere de racionalidad y habilidades de negociación. La función del amor en el matrimonio es la creación de la confianza. El resultado de las negociaciones no dice mucho sobre los amantes, más bien hacen referencia a los administradores. Así como los enamorados confunden el deseo con el amor, los esposos lo confunden con los resultados de la negociación. Si acordamos que lo mejor es ver el fútbol en vez de la telenovela, es porque nos amamos. ¡Nada más falso!, si acordaron ver el fútbol quizás se deba a que el esposo es mejor manipulador que la esposa (...).