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  • Diario Digital | lunes, 18 de marzo de 2024
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Visite hoy la Feria

Visite hoy la Feria
Los sábados suelen ser un día de abastecimiento de alimentos para las familias que hoy tienen la oportunidad de adquirir asimismo insumos imprescindibles para el intelecto y el espíritu: libros. Después de tres intensos días de actividad literaria, el 8vo Foro de Escritores Bolivianos, organizado por el Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño, concluye hoy con la 4ta Feria del Escritor Boliviano, que se desarrollará en los jardines del Palacio Portales desde las 9.00 horas de la mañana.

En 2011 se realizó la primera de estas ferias, como una experiencia piloto. Tuvo mucho éxito y es por eso que, según sus organizadores, ahora se ha institucionalizado, como una actividad que acompaña a todos los foros nacionales, informó OPINIÓN esta semana. En esta cuarta versión se tendrán más de 60 participantes y se espera la visita de todos los lectores cochabambinos, que podrán adquirir títulos a bajo costo y directamente de la mano de los creadores, a quienes además podrán pedirles las firmas de sus trabajos.

Esta feria contará con las lecturas de cuentos y fragmentos de novelas como “Mamá cuéntame otra vez” de Amalia Decker, “Cosas consabidas” de Rosario Barahona, “La memoria invertebrada” de Rodrigo Urquiola, “La guerra del papel” de Oswaldo Calatayud, “La fogata” de Iván Gutiérrez e “Iluminación” de Sebastián Antezana. Tales son los seis literatos que participaron estos días del Foro, exponiendo interesantes ideas en torno a "La reconfiguración de la creación literaria boliviana", tema que fue analizado durante jornadas nocturnas y complementado también en talleres de escritura dictados a más de medio centenar de participantes.

Al respecto, Urquiola (La Paz, 1986) por ejemplo manifestó: “Pienso que la literatura boliviana, tal vez sea culpa de nuestra geografía, no lo sé, ha ido creciendo desordenadamente. Tú sabes cómo es la naturaleza del país que tenemos, que se construye en el lugar que puede, un claro ejemplo sería la ciudad de La Paz, o, incluso, Santa Cruz. Creo que mucha de esa historia geográfica tiene que ver con cómo un escritor encara su propio país. No sé si se pueda hablar de una configuración al respecto, entendida como orden, o tradición, en la que siempre hay alguien detrás. Me cuesta un poco hablar de reconfiguración debido a este caos. Es un tema interesante, aunque es una palabra difícil de abordar, pero son las palabras difíciles las que generan mejores preguntas”.

Por su lado, Decker (Cochabamba, 1954) sostuvo: “Debo admitir que vengo esquivando la producción literaria boliviana con marcadas excepciones. Los últimos tiempos han sido bastante prolíficos y seguro, no lo dudo, que en toda esta producción hay páginas de excelencia. Pero, como les decía, no cargo pesadas culpas sobre ello (…). ¿Será una nueva escuela la de jóvenes literatos que propone el alejamiento extremo de la literatura anclada en la realidad y, por ende, también el rechazo y desprecio profundo a la política? (…). Convertir a la literatura en un Cirque du Soleil, por muy pulcra y talentosa que ella sea, puede ser también peligrosa para la propia literatura”.

Nuestro suplemento cultural Ramona trae mañana un fragmento de la ponencia de Sebastián Antezana (Ciudad de México, 1982), quien cerró el Foro el viernes. En este texto, quien además trae hoy a la Feria su nuevo libro de cuentos editado por El Cuervo, sostiene: “Algunas veces, como hoy, veo a la literatura boliviana contemporánea como un simulacro en el sentido que Baudrillard le da al término. Es decir, como un discurso que, si se piensa en términos de nacionalidad, no resulta una representación del país sino el país mismo, como un mapa entre geográfico y ficcional que, al ser pensado desde una óptica identitaria, no solo no recrea al país, con posterioridad, sino que lo anticipa, lo precede, con anterioridad, como el relámpago que precede al trueno y lo determina”.