Los sandinistas celebraron ayer los 38 años de la revolución que derrocó la dictadura de los Somoza en Nicaragua, en un aniversario marcado por el respaldo del presidente del país, Daniel Ortega, a su aliado y homólogo venezolano, Nicolás Maduro, y con un llamado de respeto a Estados Unidos.

Ortega, quien encabezó el acto ante una multitudinaria concentración en la Plaza La Fe Juan Pablo II, de Managua, envió su solidaridad a Maduro debido a la crispación social y política, y la ola de protestas antigubernamentales que sacuden Venezuela. También criticó a EEUU por amenazar con sanciones a Venezuela y a los otros Gobiernos de la región que han pedido detener la Asamblea Constituyente cuya elección está prevista para el 30 de julio.

"Tiene que entender los Estados Unidos que el camino no son las bombas (...), el camino es el respeto y promover el diálogo", abogó Ortega, que estaba flanqueado por sus homólogos y aliados Evo Morales, de Bolivia, y Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador. Según el líder sandinista, las amenazas que promueve el Gobierno de Donald Trump contra Venezuela "no llevan a ningún lado" y recordó que EEUU ha impulsado sanciones y guerra en el pasado contra otros países, lo que ha terminado en fracaso.

Por su lado, Morales dijo que la "agresión" que sufre Venezuela es una "agresión hacia todos los pueblos de América Latina". "Hermano Maduro, no estás solo (...). Al hermano Maduro, dale duro contra el imperio norteamericano", agregó.

El Mandatario boliviano aseguró que los Gobiernos aliados a Maduro, así como los partidos y movimientos de izquierdas que integran el Foro de Sao Paulo no permitirán ninguna intervención en Venezuela.