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Las 7 definiciones de Vargas Llosa sobre el Gabo a 3 años de su muerte

Las 7 definiciones de Vargas Llosa sobre el Gabo a 3 años de su muerte

En el marco del curso García Márquez: más allá del realismo mágico, organizado por la Universidad Complutense, Vargas Llosa analizó e interpretó las diversas facetas de un escritor que, durante toda su carrera, se nutrió de la cultura popular, de los dilemas políticos de su país, de su paisaje y su folclore para escribir sus obras.
La Paz, 06 de junio (Urgentebo.com).-  Mario Vargas Llosa, Premio Nóbel de Lilteratura y uno de los mayores escritores de Latinoamérica, rompió el silencio y habló de quien fuera uno de sus amigos más cercanos, Gabriel García Márquez, cuyo tercer aniversario de fallecimiento se recordó esta semana.
En el marco del curso García Márquez: más allá del realismo mágico, organizado por la Universidad Complutense, Vargas Llosa analizó e interpretó las diversas facetas de un escritor que, durante toda su carrera, se nutrió de la cultura popular, de los dilemas políticos de su país, de su paisaje y su folclore para escribir sus obras.

La amistad

La amistad entre dos de los mayores escritores latinoamericanos duró poco menos de una década. Se hicieron amigos íntimos por correspondencia. Vargas Llosa y García Márquez se conocieron durante la entrega del Premio Rómulo Gallegos, en Venezuela, en 1967. "Nos fuimos haciendo amigos sin vernos las caras", dijo Vargas, quien se encontró finalmente con Gabo en 1967.
"Ya nos conocíamos y ya nos habíamos leído, pero la verdad es que el contacto fue inmediato, la simpatía recíproca y al salir de Caracas juntos para ir a Bogotá, ya éramos amigos y casi íntimos amigos", aseguró Vargas Llosa sobre el día en que se conocieron en 1967.
Pero esa amistad se truncó de forma repentina en el año 1976 aparentemente por una mujer y que le costó un ojo morado al colombiano.
"Entramos en terrenos peligrosos. Es hora de poner fin a esta conversación".

La Patria

Según el autor de Conversaciones en la Catedral, en el momento que intercambiaban correspondencia, los dos estaban descubriendo la identidad latinoamericana.
"Más que colombianos o peruanos, teníamos una patria común, que era Latinoamérica (...) La conciencia de América Latina como unidad cultural no existía cuando yo era joven".
El proyecto frustrado
De ese descubrimiento se gestó un proyecto común sobre una guerra que enfrentó a Perú y a Colombia en una región del Amazonas. "La novela a cuatro manos", como menciona al proyecto Vargas Llosa.

El maestro común

Ambos compartieron sus gustos, sus aprendizajes y sus referentes. La admiración por el escritor estadounidense William Faulkner. "Él era nuestro denominador común", aseguró Vargas Llosa, sobre la impresión que les había generado a ambos.
Las ideologías
Los jóvenes escritores fueron marcados por la Revolución Cubana. Vargas Llosa confesó que era castrista, pero luego el Gabo se ligó con la izquierda, mientras el escritor peruano optó por la crítica.
"García Márquez tenía un sentido muy práctico de la vida. Yo creo que descubrió que en ese momento fronterizo era mucho mejor para un escritor estar con Cuba que estar contra Cuba. Se libraba del baño de mugre que recibimos los que optamos por una postura crítica. (Es que) es la izquierda la que tiene el verdadero control de la vida cultural en todas partes del mundo", dijo Vargas Llosa sobre el posterior alineamiento de García Márquez con el gobierno de Fidel Castro.
"Aunque García Márquez sabía que muchas cosas andaban mal en Cuba, tenía la idea que América Latina debía tener un futuro socialista y que de todas maneras aún cuando muchas cosas no funcionaban como debía, debía estar a favor con Cuba".

Sobre 100 años de Soledad

Sobre la obra que acaba de cumplir 50 años, Vargas Llosa no se ahorró elogios: "A mí me fascinó Cien Años de Soledad. Leerla me pareció una experiencia deslumbrante. Magnífica. Extraordinaria".
"Cuando entré en su universo", dijo el Premio Nobel de Literatura 2010 en relación a Cien años de soledad, "quedé cegado. Leerla fue una experiencia deslumbrante. Me pareció una obra magnífica".
"García Márquez no era un intelectual, sino un artista. No estaba en condiciones de explicar el enorme talento que tenía a la hora de ponerse a escribir. De modo que funcionaba a base de intuiciones y pálpitos que no pasaban por lo conceptual. Tenía una disposición extraordinaria para acertar tanto".

Historia de un Deicidio

Vargas Llosa empleó casi dos años a examinar la obra de García Márquez para publicar, en 1971, Historia de un deicidio, uno de los estudios más completos sobre el autor colombiano.
"Gabriel lo leyó en un viaje que rea
lizó a Londres y me dijo que tenía el libro lleno de anotaciones y que me lo daría en un momento dado. La verdad es que ese instante nunca llegó y nunca vi esas anotaciones", dijo, al mismo tiempo que calificó de placentero todo el proceso de meterse en el personaje.