Venezuela acusó ayer a los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) de estar obsesionados con su país, de echar "gasolina a la candela" en lugar de llamar al diálogo a la paz y de hacer un "uso político y selectivo" del tema de derechos humanos en la Asamblea General.

Entre tanto, la oposición a través de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dijo que el actual régimen se ha puesto al margen de la Constitución y, en consecuencia, su autoridad y decisiones son inconstitucionales y no pueden ser reconocidas ni obedecidas por nadie.

En ese marco, la oposición pidió la desobediencia civil contra el gobierno de Nicolás Maduro.

La delegación de Venezuela criticó en Cancún que en las sesiones de la máxima cita anual del organismo multilateral no se diga nada de otros conflictos en la región, como de los miles de migrantes centroamericanos que están sufriendo la vulneración de sus derechos humanos" en Estados Unidos.

Durante el panel, la expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla llamó a que se respete y utilice la Carta Democrática de la OEA, pues este es un "instrumento fundamental" para garantizar la democracia.

En este contexto, alertó de la situación en Venezuela tras la muerte de 75 personas en las manifestaciones opositoras que se realizan desde hace 82 días.

Para presentar un proyecto de resolución a estas alturas, fuera del plazo oficial, necesitan 24 votos (dos tercios de los 35 Estados miembros).