Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 03:42

COMERCIANTES, TRÁNSITO, MOVILIDAD URBANA E INTENDENCIA TIENEN UN PLAN PARA AMINORAR EL DESORDEN QUE, PRINCIPALMENTE, SE REGISTRA LOS MIÉRCOLES Y SÁBADOS.

Día de feria en La Cancha, entre el caos y la pugna por vender

Día de feria en La Cancha, entre el caos y la pugna por vender



“¡Levántate, doña!”, le dice una comerciante, desde su caseta en la calle Tarata, cerca de la estación, a una vendedora ambulante que le tapa el puesto.

“¡Vayan saliendo!”, eleva la voz uno de seis guardias municipales que aparecen intentando ordenar el comercio, en medio de decenas de compradores y vehículos que no avanzan o van más lento que los peatones.

Esto ocurre en sábado, día de feria, antes de las nueve de la mañana. En la imagen se suman centenas de compradores o gente que, sin comprar, requiere circular por La Cancha, además de los vehículos, en su mayoría de transporte público.

El presidente del mercado La Pampa, Ronald Durán, explica que, ante este desorden, surgió un plan integral. El trabajo será coordinado entre la Intendencia, Movilidad Urbana, Tránsito de la Policía y el comerciantado. Comienza con las notificaciones para evitar desdobles y avances en puestos.

“Quienes hacen el caos son los transportistas y los comerciantes”.

Se calcula que dentro La Pampa hay como 6 mil vendedores. Y los ambulantes en los alrededores serían como 2 mil.

En la avenida Barrientos, entre Tarata y Pulacayo, acera este, hay como 200 casetas, acomodadas como dándose la espalda, unas miran hacia la avenida y las otras al pasillo por donde se abren callejones para entrar al mercado. En una esquina hay como 100 personas, además de los vendedores que tienen carritos, carretillas o cargan maniquíes de medios cuerpos vestidos con blusas o pantalones. “¡A 20 la blusa, a 20!”

Quienes ofrecen sus productos a todo el que pasa por su lado son los que ambulan: “¡Medias, case, cinco pares en 10!”, “Gladiolos, llévate casera”, “¡tucumanas!, ¡sírvase las exquisitas tucumanas!”, “¡rosquete, rosquete!”

La avenida Barrientos norte tiene cuatro vías, dos de sur a norte y dos para la circulación en sentido contrario. Sin embargo, solo hay una fila de carros a cada lado. Los costados son copados por vendedores y peatones que no encuentran en las aceras el espacio suficiente para circular.

“¡Llévate el palito de selfie, para tomarte la fotito!, ¡a 20 llévate los selfies!”

Durán explica que ya se entregan las notificaciones a los comerciantes. “Nos perjudica que solo estén fuera de La Pampa, porque nos cierran el mercado”.

El plan incluye un tráfico vehicular fluido.

En estas vías, los vehículos apenas se mueven. En una cuadra es posible ver al menos un decena de líneas de micros y trufis diferentes. Pero, entre ellos puede haber espacios de hasta 50 metros sin carros. Ahí se divisan, como en romería, centenas de personas caminando apresuradas.

Para el presidente del mercado La Pampa, se debe a las “paradas falsas” del transporte, que no son oficiales, y es donde los usuarios también acostumbran esperar.

En medio del caos, cerca de la calle Pulacayo, hay un letrero con letras negras en fondo amarillo: “Está prohibido que los comerciantes obstaculicen el paso peatonal y/o vehicular”. El letrero está rodeado por comercializadores de patos que están en sacos, vendedores de ropa y artículos personales.

Los ofertantes, no solo cuidan sus espacios comerciales en las casetas. El portero de un edificio busca que el ingreso al predio esté expedito, pero hay una vendedora con cuatro sacos de verduras frescas. “Voy a llamar al comisario, tienes que alzar (tus productos)”.

Aún no pasó ni media hora y el día de feria apenas se alista para más compradores, vendedores que se apartan, pero luego retornan, los guardias de la Alcaldía, y de los micros y trufis que traen más gente.

Los carros

Los vehículos avanzan lento, incluso más que los peatones que circulan por vías como la Barrientos.