ABAJO Y A LA IZQUIERDA
Menos impuestos, más eficiencia
27 de abril de 2017 (20:01 h.)
La reducción de los recursos provenientes del IDH ha generado dos estrategias de parte del Gobierno central: la primera, transferir obligaciones y competencias a las gobernaciones y municipios, y la otra, empujarlos a crear mayores tasas e impuestos para compensar la disminución de sus ingresos.
El Gobierno ha anunciado, en pasados días, su interés de transferir a las alcaldías del país el control de venta de ropa usada, lo que ha generado protestas del sector y de las entidades territoriales. Nos preguntamos: ¿cómo los municipios van a lograr un control eficaz si, pese a todos los recursos que tiene a su disposición el Gobierno (control aduanero, auxilio de las Fuerzas Armadas y la Policía), no ha logrado en más de seis años eliminar la venta de ropa usada?
El Gobierno no ha conseguido impedir el ingreso de esta mercadería y tampoco ha propuesto un programa de reconversión económica que brinde una alternativa seria a las personas y familias dedicadas a este rubro.
La pasada semana, en una reunión de la Asociación de Municipios de Bolivia, se exigió al Gobierno que toda transferencia de obligaciones del nivel central sea concertada, contemple las medidas administrativas y la transferencia de los recursos necesarios para su implementación.
La solución no es crear más impuestos que castiguen a la ciudadanía, ni complejizar el sistema de recaudación para inducir o provocar el error y gravar con multas a los escasos contribuyentes que cumplimos con las obligaciones. La solución es reestructurar el sistema tributario para simplificarlo, disminuir los impuestos y promover su universalización, haciéndolo más eficiente, partiendo de la formalización de aquellas personas y sectores económicos que tradicionalmente evaden su pago.
Como primer paso, los municipios han pedido el apoyo de la ANH para impedir la venta de combustible a vehículos que no estén al día en sus impuestos. Tan solo se necesita la voluntad política de esa instancia para instruir a la asociación de surtidores que implemente esa restricción, y se lograría recuperar aproximadamente mil millones de bolivianos en mora en todo el país, y más de 400 millones de bolivianos para La Paz y Cochabamba. ¿Qué está esperando la ANH?
El Gobierno ha anunciado, en pasados días, su interés de transferir a las alcaldías del país el control de venta de ropa usada, lo que ha generado protestas del sector y de las entidades territoriales. Nos preguntamos: ¿cómo los municipios van a lograr un control eficaz si, pese a todos los recursos que tiene a su disposición el Gobierno (control aduanero, auxilio de las Fuerzas Armadas y la Policía), no ha logrado en más de seis años eliminar la venta de ropa usada?
El Gobierno no ha conseguido impedir el ingreso de esta mercadería y tampoco ha propuesto un programa de reconversión económica que brinde una alternativa seria a las personas y familias dedicadas a este rubro.
La pasada semana, en una reunión de la Asociación de Municipios de Bolivia, se exigió al Gobierno que toda transferencia de obligaciones del nivel central sea concertada, contemple las medidas administrativas y la transferencia de los recursos necesarios para su implementación.
La solución no es crear más impuestos que castiguen a la ciudadanía, ni complejizar el sistema de recaudación para inducir o provocar el error y gravar con multas a los escasos contribuyentes que cumplimos con las obligaciones. La solución es reestructurar el sistema tributario para simplificarlo, disminuir los impuestos y promover su universalización, haciéndolo más eficiente, partiendo de la formalización de aquellas personas y sectores económicos que tradicionalmente evaden su pago.
Como primer paso, los municipios han pedido el apoyo de la ANH para impedir la venta de combustible a vehículos que no estén al día en sus impuestos. Tan solo se necesita la voluntad política de esa instancia para instruir a la asociación de surtidores que implemente esa restricción, y se lograría recuperar aproximadamente mil millones de bolivianos en mora en todo el país, y más de 400 millones de bolivianos para La Paz y Cochabamba. ¿Qué está esperando la ANH?