Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:37

LA VÍCTIMA QUE FUE DESENTERRADA EN UN PATIO GESTABA A UNA NIÑA DE OCHO MESES. ERA TRABAJADORA SEXUAL, RECLAMÓ 15 BOLIVIANOS Y LA ASESINARON.

Dan 30 años al hombre que mató y sepultó a embarazada

Dan 30 años al hombre que mató y sepultó a embarazada

 

Reyes Eduardo Ríos Paredes, de 40 años, confesó que asesinó a puñaladas a una mujer que estaba embarazada, cuando ella le pidió que le pague el monto completo que había acordado por un servicio sexual. En respuesta, Ríos tomó un cuchillo y la hirió varias veces, hasta arrebatarle la vida. La criatura que ella llevaba en el vientre, de ocho meses de gestación, falleció poco después, por falta de aire. Un Tribunal condenó ayer a 30 años de reclusión al feminicida confeso, en Palmasola.

La víctima aún no fue identificada. Reyes Eduardo Ríos la conocía como La Choca, pero nunca supo su nombre real. El hombre relató, en un juicio abreviado y ante un Tribunal Cautelar, que La Choca era una trabajadora sexual que vio hace dos meses. Ella ya estaba embarazada y muchos la rechazaban por ese motivo, pero la mujer tenía gran necesidad económica y terminó ofreciendo servicios sexuales hasta por 40 bolivianos.

Ese fue precisamente el monto que habían pactado la madrugada del sábado y que Eduardo Ríos no quiso pagar después. Le dio a la mujer 25 bolivianos y ella le reclamó por los 15 restantes. El hombre se enfureció y asesinó a La Choca en el barrio Los Pocitos del Plan Tres Mil y la enterró en el patio de una chatarrería cuyo dueño se percató del hecho y avisó a la Policía, informó el teniente coronel Ángel Morales.

El fiscal departamental Freddy Larrea indicó que que el autor estaba ebrio cuando ocurrió el crimen, pero aclaró que el consumo de alcohol nunca es la causa de la violencia, sino un detonante.

El feminicidio es un delito de orden público y es el último recurso de una persona violenta en contra de una mujer. El artículo 252 bis del Código Penal boliviano sanciona a los feminicidas con 30 años de reclusión, sin derecho a indulto. La norma ordena todo ciudadano que conozca de casos de maltrato, denunciar a las autoridades competentes, para no ser cómplice.

In fraganti

El dueño de una chatarrería sorprendió al condenado enterrando a su víctima en el patio y lo denunció.