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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Científicos de EEUU protestan contra Trump

Científicos de EEUU protestan contra Trump


Con pancartas, batas blancas y trajes de astronauta, decenas de miles de científicos de diferentes partes de Estados Unidos alzaron ayer la voz para mostrar su desacuerdo con los recortes a la investigación científica propuestos por el presidente, Donald Trump.

La protesta, bautizada como “Marcha por la Ciencia” y que coincidió con el Día de la Tierra, se celebró en más de 600 ciudades del mundo, pero muchas miradas se concentraron ayer en las calles de Washington, donde los organizadores esperaban reunir hasta 75.000 personas. La ocasión hizo que decenas de miles de personas abandonaran sus laboratorios para salir a la calle y debatir sobre el papel que la Ciencia debe desempeñar en la vida pública, un importante cambio de rumbo para la comunidad científica de EEUU, acostumbrada a separar la política de sus actividades profesionales.

"Este es el primero acto político en el que participo, esta es la primera vez que vengo a una manifestación en toda mi vida", dijo a Efe Carol Trosset, de 57 años. Trosset viajó desde Northfield (Minesota) hasta Washington porque se siente "muy preocupada" por el presupuesto propuesto en marzo por Trump, en el que se aumenta el gasto militar a cambio de recortes en agencias científicas, como la NASA y la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), encargada de estudiar el cambio climático.

El Congreso tiene la última palabra en la aprobación y modificación del presupuesto, por lo que los científicos esperan que las marchas de ayer sirvan para poner a los legisladores de su lado. "El liderazgo político actual está ignorando grandes cantidades de evidencias científicas. Si actuamos en base a opiniones y emociones, en vez de en base a evidencias, cometeremos muchos errores. Es mejor saber las cosas y la ciencia es un proceso que nos ayuda a saber qué sabemos y qué no", argumentó Trosset. Bióloga y antropóloga cultural, Trosset iba vestida con una vieja bata blanca de laboratorio que pertenecía a su madre, quien dedicó buena parte de su vida a investigar el cáncer de piel.