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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Trump, el fin del mundo y la hipocresía

Trump, el fin del mundo y la hipocresía
El destacado cineasta estadounidense Michael Moore (“Bowling for Columbine”, “Fahrenheit 9/11”), quien antes de las elecciones pronosticó la inesperada llegada de Donald Trump a la Presidencia de su país, escribió ayer en su cuenta de Facebook: “En el futuro próximo (…), los historiadores marcarán hoy, 28 de marzo de 2017, como el día en que comenzó la extinción de la vida humana sobre la Tierra”.

El director se refería a la orden ejecutiva firmada por el Mandatario, con la que quiere empezar a desmantelar las políticas medioambientales y el legado contra el cambio climático de su predecesor en la Casa Blanca, Barack Obama. Una pieza clave del decreto, indicaron las agencias internacionales, es que elimina el requisito de que las agencias del Gobierno federal consideren el impacto para el cambio climático en su toma de decisiones.

La orden de Trump también pide revisar y reescribir las directrices del Plan de Energía Limpia de Obama, lanzado en 2015 con la meta de que Estados Unidos reduzca para 2030 en un 32 por ciento las emisiones de carbono de las centrales eléctricas con respecto a los niveles de 2005.

Trump además proclamó el inicio de una "nueva era" para la producción de energía en EEUU y la eliminación de la "intrusión" gubernamental en el sector. Declaró que la "guerra al carbón" ha terminado, al prometer la cancelación de regulaciones del Gobierno federal que, a su juicio, están "matando empleos" y anticipar una "nueva revolución energética", centrada en fomentar la producción.

El decreto de este lunes no mencionó el Acuerdo de París sobre el cambio climático que establece en el marco de las Naciones Unidas medidas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y que entró en vigor a finales de 2016. Sin embargo, durante la campaña electoral, Trump prometió sacar a EEUU del Acuerdo de París y llegó a decir que la amenaza del cambio climático era un "invento" de China.

Habrá que recordar, entonces, que Estados Unidos y China son responsables del 40 por ciento de las emisiones de carbono del mundo. En septiembre del año pasado, sus gobiernos se comprometieron a reducirlas. Por todo ello, organizaciones medioambientales, advierten que la decisión del republicano tendrá serios impactos tanto dentro de EEUU como en el resto del mundo. Para los ambientalistas, como Liz Perera, de la organización Sierra Club, la medida de Trump, publicó la BBCMundo, supone "uno de los mayores ataques en contra de las acciones por el medio ambiente que Estados Unidos haya visto jamás".

Ahora bien, más allá de las tan lamentables como imprevisibles consecuencias que tendrá la medida adoptada por el magnate, habrá que decir que su política nada más desnuda las verdaderas intenciones del capitalismo primermundista: el lucro por encima incluso de la supervivencia de la especie. Y, si bien es cierto que el cuidado del medio ambiente es una responsabilidad de absolutamente todos, y que todos debemos hacer nuestros mejores esfuerzos para ello, lo de EEUU revela también el fracaso de muchas organizaciones ambientalistas cuya acción política se refleja en acciones en verdad inocuas frente a los grandes problemas a resolver.

No es lo mismo, pues, una gran industria estadounidense que produce millones de productos contaminando la naturaleza, que una carretera abierta en medio de la selva boliviana. Pero, para las organizaciones internacionales que financian activismos alrededor del globo, ambos ejemplos deben ser juzgados con la misma vara. Y así estamos. Prácticamente sin oposición, lo que hace el Gobierno más poderoso del mundo es sentar las bases para la contaminación a megaescala. Mientras, antes de mirar la realidad de sus propias naciones, los activistas tienen los focos puestos en “extractivismos” de los países en vías de desarrollo.