Tres de las cinco víctimas que sufrieron quemaduras en el incendio de un vehículo deportivo en Eterazama, trópico de Cochabamba, fueron trasladadas hasta el complejo hospitalario Viedma por la gravedad de sus lesiones, aunque el estado de los tres es estable, según el vocero Fernando Romano.

La paciente más delicada es Julieta Rojas que tiene el 45 por ciento de la superficie corporal con quemaduras tipo A y B. Su hijo de dos años, Jack Villarroel Rojas, fue internado en el pabellón pediátrico de Quemados con lesiones en las piernas. Otro de los heridos que se recupera en la ciudad es José Villarroel Muñoz, que tiene quemaduras tipo A y B en el 35 por ciento de su cuerpo. Los tres fueron sometidos a limpiezas profundas y son atendidos por galenos de Cirugía Plástica.